miércoles, 28 de diciembre de 2011

Queridos Reyes Magos.

 Primero, daros las gracias por los regalos del año pasado. Me encantaron las zapatillas, y como solo me porté medio bien, me esperaba el carbón, pero estaba muy rico.

 Este año ya no estoy en 1º de Primaria, he pasado a 2º, así que ya soy algo más mayor. Este año no os pediré zapatillas, ni juguetes ni ropa. Este año os pido ayuda, porque creo que me estoy enamorando un poco, es la primera vez que me pasa y no sé que hacer.

 Me gusta una chica de mi clase. Ella es muy popular, y yo no tanto. Es la chica más guapa que he visto en mi vida, y mira que Mamá es guapa, pero ella... Y no sé que hacer, porque no hablamos mucho. Alguna vez le recojo un lápiz, otras veces ella me pide un pañuelo... y siempre sonríe. Es preciosa.

 En los recreos, se junta con los niños de 3º, que son más grandes. Parece vivir en otro planeta, y yo no estoy invitado allí. Pero por otro lado, es muy simpática. No se cree la mejor y siempre intenta ayudar. ¡A veces parece un bebé, tan tierna...!

 Si ella me quisiese, sería el hombre, o niño, mejor dicho, más feliz del cole. La acompañaría a su casa al terminar las clases. Aprendería a cocinar para llevarle galletas. Escribiría poesías a sus mejillas. Os juro que no os pediría más regalos, porque mi mayor regalo sería tenerla conmigo.

 ¿Lucho por ella, o no serviría para nada? ¡Es tan complicado! De veras que necesito ayuda, una respuesta que me diga qué hacer. Yo lo daría todo por ella, ¿pero ella por mí?

 Espero que a ningún niño del mundo le falte regalo, y que mis sueños se hagan realidad.


  Paz!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Yo me bajo.

 Mi vida no tiene sentido. El egoísmo es un manto de oscuridad que cubre el mundo. Pocas poblaciones pueden disfrutar hoy de un cielo plenamente azul. La información se manipula. Los gobiernos atentan contra su propio pueblo. Y nosotros somos los trapecistas que se juegan la vida en este circo.

 Porque lo grave no es que una persona deba vivir debajo de un puente mientras millones de viviendas están vacías. Lo grave es que esta situación esté justificada y amparada por la ley. Porque hoy no existen personas sino mano de obra. Factores de producción. Somos máquinas de generar dinero. De hecho, el dinero califica a las personas. Porque ya no se es tonto o listo, cabrón o buena gente. Se es rico o pobre. Incluso el amor pierde su importancia si la cartera está llena. Porque el arte ya no es arte si no es rentable. Rentabilidad y sostenibilidad, conceptos que destruyen la cara más amable de la humanidad.

 Justicia no existe. La democracia es mentira. La Iglesia miente y miente y no acepta el progreso. Estoy cansado de respirar el aire que respiro. Estoy cansado de beber el agua que bebo. Estoy cansado de alimentar el sistema que tanto aborrezco.

 Yo me bajo. Quizás beba cicuta como Sócrates. Quizás la horca lleve mi nombre. Quizás las llamas esperen mi carne. No sé cuál es mi fin, pero en ocasiones lo siento cercano. Hoy quiero volver a ser persona.


Paz!

martes, 20 de diciembre de 2011

Mi dios.

 Mucha sangre se ha derramado a lo largo de los siglos por la existencia de Dios. Un Dios que jamás ha demostrado que existe, pero tampoco se ha demostrado lo contrario. El amor que Dios fomenta se transforma en odio entre los seguidores que no comparten.

 Para mí, no hay nada más relativo que Dios. No existe un mismo Dios para dos personas. Cada persona posee un Dios en su interior. Cada persona es un Dios. La capacidad de reflexionar, de valorar lo bueno o lo malo de la vida, la capacidad de expresarse. El ALMA. La bondad, el amor, el sentir, el emocionarse. Somos dioses en tanto que humanos porque no siempre controlamos nuestras reacciones.

 Nuestra capacidad para decidir nuestro destino, o para destruirlo, nos hace más fuertes que cualquier creencia o ideología. No existe el destino, nosotros somos nuestro destino.

 El día que entendamos que el poder nos quiere ver maniatados, creyendo en un ser ajeno a nosotros, todo será distinto. El día que comencemos a creer en nosotros mismos, seremos poderosos. Yo sólo creo en un dios, y mi dios soy yo. Tu dios eres tú, porque tú puedes ser muy humilde, pero nadie ni nada será mas importante que tu misma.

 Antes de comprender lo que nos rodea, debemos comprendernos a nosotros mismos. Antes de amar, tenemos que amarnos a nosotros mismos, sino seremos esclavos del amor. El día que seamos uno con nuestra alma, y queramos entenderla, seremos un Dios completo.

 En los Mandamientos cristianos se consideraba pecado nombrar a Dios en vano, ¿no? Pues he pecado. Qué malillo soy.


 Paz!

viernes, 16 de diciembre de 2011

La realidad del antisistema.

 Evento público. Airadas protestas. Protestas encabezadas por personas, ¿qué motivos tendrán para protestar? Pero no, son antisistemas. Ah, antisistemas, lo cual implica descerebrados, hippies, perroflautas emporrados que simplemente quieren liarla parda. Gentecilla autodestructiva, terroristas que ponen bombas en los gobiernos. Esos son los antisistemas. Aun así, se puede entender que una persona sin conocimiento alguno tenga presente esos prejuicios, pero el problema aparece cuando los medios de comunicación más influyentes toman estos prejuicios como una realidad.

 Pero, al fin y al cabo, ¿qué es un antisistema?. Un antisistema es una persona que no está de acuerdo con el actual sistema, con el mundo en el que vivimos. Un antisistema es una persona que desea cambiar las leyes que rigen este mundo, y para cambiarlas necesita destruirlas. ¿Quién está realmente de acuerdo con este sistema el nuestro? Con 80% de la riqueza en el 20% de la población, ¿quién vive a gusto? Con un continente entero muriéndose de hambre, ¿quién come tranquilo? Con personas que no tienen donde dormir, ¿quién duerme tranquilo? Si realizáramos una encuesta a diez personas sobre su opinión del mundo, seis se mostrarían favorables ( cuatro por incultos, dos por fascistas, o sea que no cuentan) y otras cuatro estarían en contra, mas renegando de la etiqueta de antisistemas, de los cuales solo una persona se consideraría antisistema. La gente comienza a estar disgustada.

 Hoy, y cada vez más con el paso del tiempo, ver antisistemas será una tónica general en nuestra sociedad. Cada día salen a la luz nuevos trapos sucios de nuestra realidad. Y estos antisistemas llevarán camisas, y portarán gafas. Seguramente se opondrán a las drogas como forma de vida. Rechazarán la violencia. Exigirán devolver amor a Madre Tierra. Y ser antisistema se convertirá en una realidad. Pues como Los Chikos del Maíz afirman, lo que debería estar mal visto hoy día es no ser antisistema.


Paz!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Mi musa.

 Cuenta la leyenda que todo artista tiene una musa. No iba a ser distinto en el gremio de los escritores, que artistas como los que más vivimos presos de la inspiración.

 Cuenta la leyenda que estas musas eran belleza personificada, que su resplandor iluminaba la noche, que su sonrisa cegaba durante el día. Tan dulces como amargas, enamoran y desquician al mismo tiempo.

 Cuenta la leyenda que estas musas eran semi-diosas. Seres místicos tan reales como alejados de la realidad. Hijas de Zeus que juegan con los humildes humanos meciéndolos en la palma de la mano para posteriormente cerrar el puño.

 Evidentemente, yo también tengo mi musa. Mas mi musa es compleja y se aleja de las más célebres de su género. Difiere en contenido y forma y difiere lo que escribo. Pues mi musa no me susurra ideas al oído; me las grita. Mi musa no acaricia mi pincel; lo golpea. Mi musa no me ayuda a conciliar el sueño; me despierta en medio de la noche y me pone a escribir.

 Mi musa no despierta entre nubes y en el cielo azul; mi musa amanece en una esquina y su cielo contaminado es gris. A mi musa no le cantan los pájaros ni se posan en su mano; a mi musa la irritan los claxon de los coches que casi se la llevan.

 Pues a mi musa también le falta tela para cubrir su cuerpo; mas a mi musa le falta porque no puede permitírsela, y ella sí desea estar abrigada. Porque mas que una princesa de palacio mi musa es una prostituta rusa con sida y embarazada.

 Tan real como el suspiro de quien no llega a fin de mes. Tan próxima como la lágrima de quien pierde un familiar. Ahí fuera, a mi musa la llaman Realidad.


Paz!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Sigues en mi.

 El final de nuestra relación fue decepcionante.
 En poco tiempo, emociones grandes.
 Pasos hacia atrás, pasos hacia adelante.
 Todo terminó, como todo se termina.
 Te hice mi vida y me sentí indefenso.
 Aun así, me juré que nuestra amistad perduraría.

 Volví a equivocarme, como de costumbre.
 "El anhelo por besarte me consume".
 Temiendo a Indiferencia, sucumbí a Razón,
 dejando que fuese el tiempo quien apagase mi corazón.

 Sobreviví protegido por mi escudo acorazado
 de cerveza y amigos,
 intentando convencerme a mi mismo
 de que ya te había olvidado.

 "No la necesito, no la echo de menos".
 No aceptaba que esta sensación la producía el miedo.
 Eres droga que controla mi cuerpo.

 Solo te pido más tiempo,
 para volver a ser lo que fuimos.
 Se acerca el momento;
 volveremos a estar unidos.

 Así que te pido perdón,
 si mi rechazo te hizo daño.
 Que no, que no,
 que no existe enfado.

 Nuestra amistad es un gigante
 que permanece dormido.
 Porque sigues en mi, no en el olvido,
y todo puede volver a ser como antes.



Paz!

jueves, 1 de diciembre de 2011

El miedo que impide iluminar la habitación.

 La muerte. ¿Qué es la muerte sino una realidad? Una realidad que no podemos evitar por más que se empeñe la fantasía. No existen brebajes que eviten lo inevitable: el fallecimiento. Y así, aceptando la muerte como una parte más de nuestra existencia (aunque sea la parte en la que finalice) recorremos nuestro camino a base de respirar.

 Recorremos la vida como serpenteando por un precipicio. Andamos sobre una delgada cuerda. Pie derecho. Pie izquierdo. El uno delante del otro. Pasito a pasito. Con miedo a caer al abismo, desconfiando de nuestro equilibrio. Pensando más en el abismo que en lo que aún queda por recorrer. ¿Merece la pena andar por la cuerda?  La fragilidad del ser humano enloquece. ¿Pero qué es mejor: ser consciente o inconsciente del riesgo al que nos sometemos? Yo no tengo dudas.

 Comparo la existencia del humano con una vela que arde. Una vela coronada por la llama. La llama arde angustiada. ¿En qué momento llegará la ráfaga de aire que me apague?  Encogida en su temor, la llama espera su fin. Evidentemente, el fin, como todo, llega. Pero esta angustia, este temor, le ha hecho no disfrutar su existencia como debería. Su combustión no demostró la fuerza del fuego. Su esplendor no iluminó la habitación como debería.

 En el momento en que perdamos el miedo a la muerte, conseguiremos vivir. Y no me refiero a perder el miedo con trucos ni mentiras, ni pensando en resurrecciones. Afrontemos la muerte como algo natural que siempre llega. Y no perdamos el tiempo esperando su llegada. Quizás dejemos de caminar con miedo. Quizás consigamos iluminar la habitación que es nuestra existencia.


Paz!

lunes, 28 de noviembre de 2011

Por un porro de maría y unas caladas.

 No tiene a donde ir. Mejor dicho, tiene demasiados lugares a los que ir y ninguno en el que quedarse. Las arrugas de su cara delatan su sufrimiento, el sufrimiento de no haber tenido padre, tener que dejar los estudios por la economía familiar sabiendo que no le ayudaría en nada. Vio huir a su madre de la vida tendida en un portal. Ojalá él hubiese tenido esa suerte.

 Durmiendo con el miedo de despertarse en llamas, ni el más cálido verano le evita pasar frío. Él no entiende de calentamiento global. Ha de soportar a imbéciles hablando de la calle. "Soy real, de la calle", pero luego en invierno buscan refugio en el brasero de su casa.

 Ve pintadas antifascistas y piensa: "¿Qué es eso?". Escucha discusiones sobre Rajoy y Rubalcaba, sobre Stalin y Hitler, fascismo, comunismo, anarquismo... Le duele la cabeza. "¿Para qué coño sirve esa mierda? Dame cuatro paredes y algo de comer."

 ¿Teorías conspiratorias? ¿Fin del mundo? ¿Los mayas? ¿Paraísos fiscales? Dale para vivir. La huida de su realidad, la encuentra en la droga. Unas veces un cartón de vino, otras veces unos gramos de coca. Observa a niños de papá y mamá fumando porros creyéndose más raperos, pero ellos tienen ya la vida solucionada, y la están tirando por la borda. No lo entiende. Vive de las limosnas, pero cada vez son menos, pues va por la calle gritando y asusta.

 ¿Su felicidad? Su felicidad la encuentra cuando se aísla del mundo. Perder el rumbo para sentir que toca el cielo. No cree en la religión porque sabe que Dios no existe y no le hizo falta morir para vivir en un infierno. Vive para encontrar el porro que le proporcione felicidad, su felicidad, la que no se busca en libros de economía ni de teoría comunista...

 Porque mientras nosotros nos preocupamos por gilipolleces, otros sólo se preocupan por sobrevivir, por los cinco minutos que le dure un porro de maría y sus caladas...



 Paz!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Se busca: Felicidad.

 Se supone que el objetivo de nuestras vidas es encontrar la felicidad. Muchas veces creemos rozarla con la yema de nuestros dedos. Otras, creemos que no existe. Puede parecer que unas veces estamos más cerca y otras más lejos, pero ambas fases constituyen un mismo camino. El camino de la felicidad.

 Paseaba yo un martes tranquilo por mi ciudad. Paseaba por placer, por desesperación. Por encontrar a algo o alguien que diese un giro a mi vida. Entonces la vi. Allí, en la cola para subir al autobús. Era un ángel. Se giró, me guiñó, y susurró: "Sígueme". Sin importar donde el autobús me llevase, subí sin ningún tipo de dudas. El autobús iba lleno. Registré los rostros de cada uno, pero en ninguno vi la chispa que brotaba de esos ojos ni ese cabello dorado. No la encontré.

 Ya me había hecho a la idea de que era una simple ilusión. En una tarde de sábado lluviosa, decidí ir al cine. Poco me importaba la película que era. "El árbol de la vida", creo recordar. Y entonces, cinco filas más abajo, volví a ver esa melena de oro en llamas. Pensé en saltar, pero no quería pasar la noche detenido. Civilizadamente pero con prisa, bajé a su fila. Escruté cada rostro, cada mirada. Pero ella no estaba allí.

 Un lunes cualquiera. Hacía la compra en el supermercado. Giré en el pasillo de los productos de limpieza y allí, reflejada en un espejo, la vi entrar en otro pasillo. Seguí su estela, no dudé en correr tras ella. Pero al doblar la esquina, ella no estaba allí.

 Volviendo del instituto a casa, encontré un cartel en una pared pegado. Allí estaba. Eran sus ojos. Era su pelo. Eran sus labios. "Se busca: Felicidad". No detallaba la recompensa. Quizás no hubiera. Quizás encontrarla fuese la única recompensa.

 ¿Por qué se ensañan en hacerme pensar que no existes? ¿Que solamente eres un sueño, una ilusión¿ ¿Por qué se empeñan en hacerme pensar que estoy loco? Sé que existes. que no has desaparecido. Sólo hay que buscar en el lugar correcto, en el día más inesperado. Y encontrarte será la mayor recompensa, Felicidad.


 Paz!

martes, 22 de noviembre de 2011

Porque si vuelves, que seas de verdad.

 Siempre he adorado asomarme a mi ventana. Puedo asomar la cabeza, o no hacerlo. Pero me encanta mirar por ella. Mirar y ver pasar la vida. Una calle solitaria. A veces pasa una persona, o dos, o tres. Más de tres, raro. Parece una foto. Te sientes como si aquella calle no fuese contigo, como si vieses una película tras la pantalla. Por un momento, no perteneces a este mundo.

 Suelen sacarme de este trance, palomas. Se detienen, caminan,  me observan tras el cristal. No se sorprenden, ellas ya sabían que yo estaba ahí detrás. Buscan una respuesta. Claman una señal. Pero no me fío. Yo también las observo, con interés, buscando otra respuesta. Pero ya no me fío. Buscan un lugar en mi corazón.

 Ya le di la oportunidad a una paloma. Y cuando creía haber alcanzado aquello que en los libros llaman amor, me di cuenta de que sí, que estaba enamorado, pero era un falso amor. Un amor que se dibuja en el vaho del cristal para luego desaparecer sin dejar huella.

 Aún así, sigo observando palomas. Unas parecen interesantes, otras ni lo parecen. Las que parecen interesantes me lo demuestran con su vuelo. Pero sólo aparentan. Ninguna sabe volar de verdad. No veo a ninguna capaz de llevarme con ella hasta el cielo y alcanzar la felicidad. Defraudado, agarré un papelito y escribí en él un mensaje:

 "Si vas a volver para quedarte, que seas de verdad."

 Lo doblé con cuidado y lo até a la pata de la paloma que antes pasó por mi ventana. Y la hice volar.  Y ahora aquí me ves, escribiendo mientras miro por mi ventana. Esperando a la paloma que me haga volar. Porque si vuelves, porque si vuelves para quedarte, amor, vuelve, vuelve, pero que seas de verdad.


 Paz!

jueves, 17 de noviembre de 2011

Caballo blanco, caballo negro.

 El célebre filósofo Platón, en el S. IV a.C, elaboró un mito en referencia al equilibrio en la vida de las personas: el Mito del Carro. Según el mito, nuestra vida es un carro griego en el cual el conductor o auriga somos nosotros mismos. Del carro tirarán dos caballos: un caballo blanco, noble y obediente, y un caballo negro, desobediente y desbocado. El camino a recorrer que es nuestra vida serpentea por un acantilado. El auriga, con la ayuda del caballo blanco, deberá controlar al caballo negro para no caer al vacío.

 Para entender mejor el mito, hay que saber que Platón enfrentaba la razón con los sentidos, situando a la razón por encima de todo. También hay que saber que en aquella sociedad existían dos tipos de leyes enfrentadas: el Nomos y la Physis. La Physis era la ley de la naturaleza que existe desde siempre. El Nomos era la ley de la ciudad, arbitraria y variable de una polis a otra y era, de los dos tipos de leyes, por la que te castigaban al incumplirla. Evidentemente, en su mito Platón hace referencia a cumplir el Nomos, a las leyes forjadas desde la razón.

 ¿Por qué te traslado estas nociones de filosofía? Pues porque me pareció muy interesante el mito. Pero en especial, por la relación que le encuentro con la actualidad. El Nomos del S.IV a.C era fijado democráticamente por el pueblo pueblo pues existía una democracia perfecta, pero... ¿y las leyes que hoy obedecemos? ¿Son realmente justas?

 En mi opinión, muchas de las leyes que nos han impuesto sin preguntarnos van contra la naturaleza del ser humano. Y no me refiero a la propiedad privada. Hay leyes que violan los derechos humanos, los que aparecen en la Declaración y los que no. Por tanto, ¿hemos de ser hermosos y nobles caballitos blancos que obedecen sin rechistar? No. ¿Por qué no ser un caballo negro? ¿Tan malo es? Uuiii que malo es el caballo negro! Dale poder al caballo negro y verás como no se lanza por el acantilado. Muchos caballos negros son más honrados que los obedientes y nobles caballos blancos.

 ¿Qué caballo es el bueno y cuál es el malo? ¿Cuál es la idea de "maldad" que quieren hacerte creer? No los creáis. Realmente he sacado absolutamente de contexto el Mito del Carro. No relacionéis lo que he escrito con Platón. Pero reflexionad, ¿qué caballo es el malo? ¿Cuál es el más honrado y justo con él mismo y su sociedad? ¿Cuál es el caballo incómodo para el poder?



 Paz!

domingo, 13 de noviembre de 2011

Manifiesto en una botella.

 José camina desorientado por el paseo marítimo. El sol se despedía ya, hasta la mañana siguiente, claro. José seguía quemándose con su agonía interna. Él. como el sol, también pensaba en despedirse del mundo. Pero él no volvería a la mañana siguiente.

 Su decepción y su resignación desembocaban en impotencia. Su antigua esperanza de querer cambiar el mundo desapareció con la aparición de las primeras canas. Como sus padres siempre le dijeron: "Todos hemos sido de izquierdas en la juventud, en plena ebullición. Luego, terminas resignado."

 Pensó que mojarse los pies en la orilla del mar le haría bien. Y así, con los pantalones remangados y con los pies desnudos siendo acariciados por olas otrora eufóricas, ahora dormidas, dejó su mente en blanco. Toda su atención se centró en la sucesión de olas y en lo infinito del horizonte. A medio camino entre él y el infinito, divisó una botella de cristal. "Ni el mar se salva", pensó. Volvió a dejar la mente en blanco. Minutos más tarde, la botella se encontraba a sólo diez metros de él. Y esta vez, algo llamó su atención; distinguió algo dentro de la botella. Un papel.

 Al fin a su alcance, mas no sin mojarse el pantalón remangado, recogió la botella. Pese a su innata torpeza manual, extrajo del fondo el pergamino. Escrito se hallaba. Comenzó a leerlo con interés:

"                
                                              MANIFIESTO DE UN UTÓPICO


 Sé que te preguntas cómo ha llegado mi escrito hasta ti. No te lo preguntes más. Tu destino era encontrar esta botella porque el destino de la botella era encontrarte a ti. Eres un elegido.


 Sé que te resignas a existir como el que ve una película. Crees que lo que te rodea, poco tiene que ver contigo. Y poco tienes tú que hacer en todo esto. ¿Crees que te conozco? No personalmente, pero conozco la sociedad.


 Según los gobiernos, soy un terrorista. Según la sociedad, un utópico. Para ambos, un desquiciado. Pero soy un desquiciado que suda en las noches de invierno. Si bien mi sudor no es de perlas en la frente. Mi sudor es metafísico. Suda mi alma, pues soy un mártir. Pero un mártir muy vivo. No de los que se quitan la vida por un fin, sino de los que dedican la vida a una causa. Soy consciente de que la miel de mi causa jamás será degustada por mi paladar. Combato por los que están por venir.


 Gente como yo actúa por separado. Individualmente. Solemos existir uno por ciudad con suerte, uno por país normalmente, uno por continente desgraciadamente. Es por esto que hoy tienes este manifiesto en tus manos.


 El mundo puede mejorar. Si ya eres de los míos, de los que creen que el ser humano es bueno por naturaleza, no tengo nada de lo que convencerte. Por favor, devuelve la botella al mar. Si por el contrario, eres alguien normal, por llamarlo de alguna manera, y te encuentras persuadido por mis palabras, habrás dado algo de sentido a mi existencia.


 Porque un mundo mejor es posible, ayúdame a poner (o quitar) la primera piedra.


                                                                                  Acúseme de utópico, llámeme Ignacio."








Paz!
  

martes, 8 de noviembre de 2011

La soledad del pájaro enjaulado.

 Todos nacemos libres, y yo no fui una excepción. Pero esta “libertad” duró poco. De un día para otro, me vi entre barrotes. Al principio, pensé que no estaba mal del todo. Tenía agua. Tenía alimento. Incluso lo que después descubrí que era un columpio. Aun así, echaba en falta a mis camaradas. Tenía la esperanza, de que mi estancia en este lugar fuese pasajera. Estaba seguro de que volvería a volar. Pero el tiempo pasó, y no volé.

Poco a poco, no sin amargura, me fui adaptando a esta mi nueva vida. Cada cierto tiempo, conocía a un nuevo ser humano. Todos miran y sonríen. ¿Tendré monos en el pico? De vez en cuando, me silbaban. Al tiempo, tras muchas caras de desconformidad, descubrí que su intención era que cantase con ellos. Con mis ojos intentaba decirles: “Lo siento, pero no me inspiráis.”

Empecé a odiar mi alimento. Alpiste lo llaman. Me sabe a mierda. Lo peor de todo, es que hasta que no lo terminase, no me daban más. Bueno, más que más, preferiría algo distinto que al menos me gustase. Con esa intención lo devoraba, pero nunca conseguí mi objetivo.

Cuando hacía buen tiempo, asomaban mi antro al aire libre. Oía a los pájaros cantar, y entonces cantaba yo también. Pero desafinaba. Siempre desafinaba y reventaba la orquesta. Muchos pájaros me miraban de lejos. Algunos se acercaron. Pero mi compañía humana los espantaba. Podía ver melancolía en sus ojos. Tristeza. Piedad. Los valientes que se acercaban, regresaban entre los suyos decepcionados, como esperando que partiese los barrotes y huyera con ellos. Yo los picoteaba, sin éxito.

Estas visitas me hacían pensar si de verdad era feliz. Sí. Tenía agua, tenía comida. Sobrevivía. Muchos de los míos en libertad no tienen esa suerte. Pero en mi interior surgió el anhelo de libertad, aun teniendo que soportar el riesgo de la muerte. Aceptando la lucha por la supervivencia. Pero en libertad.

Comencé entonces a aborrecerlo todo. Me di cuenta de que ya, no era un pájaro. Me habían cortado las alas. Dudé de si sería capaz de soportar el viento al volar. Ya no soy lo que nací. Dejé de cantar. Dejé de comer. Dejé de beber. Tan solo el anhelo de libertad me movía a seguir respirando. Solía imaginar el día de mi revolución.

¿Moriré en mi espera, o conseguiré mi libertad? Querido lector, tú pones el final a esta historia. Pero no lo imagines. Actúa.


Paz!

domingo, 6 de noviembre de 2011

Soy raro.

 Constantemente, vivimos rodeados de personas distintas la una de la otra. Evidentemente, no existen dos personas idénticas... ¿pero existen personas verdaderamente únicas? Yo, personalmente, soy raro. Más raro que un perro verde. Primer motivo que se me viene a la cabeza: ¿por qué te estoy contando esto a ti, a quién posiblemente no conozca? Es decir, ¿qué coño hago con un blog?

 Tengo una doble moral natural. Ni provocada ni hipócrita. Por un lado, sigo siendo el mismo niño que baila bajo la lluvia. Sonrisa. Sonrisa. Estridente carcajada. Por otro, soy un viejo. Un viejo que persigue el conocimiento, critica su sociedad y lucha por mejorarla. Un viejo que lee libros, y que se anima a escribirlos. De futbolero a escritor, de hooligan a filósofo, de la noche a la mañana.

 Me importa una mierda lo que piensen de mi. Puedo vestir igual en el día de mi cumpleaños o en alguna fiesta especial que cogiendo piñas en el bosque. Me abrigo de sobra aun haciendo calor, no me abrigo lo suficiente pese a hacer frío. Mi madre dice: "Tú, como siempre, al revés del mundo, ¿no?". A lo que yo contesto: "No madre, yo no voy al revés del mundo; el mundo va al revés mía".

 Amo África. Ojalá cumpla mi sueño de visitarla por un tiempo. A mí la rutina no me aburre si disfruto de cada detalle. No bebo nada de alcohol, pero me corre cerveza por las venas. Porque sigo creyendo en el amor aunque éste me golpee constantemente demostrándome que todo es sexo.

 En fin, soy raro. ¿Único? Seguro. ¿Especial? Quizás. Alguien dirá: "¿Gilipollas?", a lo que yo contestaré: "¿Aún lo dudas?". Pero algo sí sé: soy distinto a ti y a los demás. Y eso me supone un gran alivio. Porque si tú no eres especial, nadie va a serlo por ti. Sé raro.


Paz!

jueves, 3 de noviembre de 2011

Fight the power.

 Veo conspiración por todos lados. A veces me preocupo. Mi cabeza está enferma. Pero no, mi cabeza está lúcida. El mundo está enfermo. Seas optimista, pesimista o neutral, has de poder verlo. Y esta enfermedad no la curan ni Rajoy, ni el euro ni los mercados juntos. El mundo es un tren, y por muchas nacionalidades, razas o religiones que quieran inventar, todos estamos en el mismo vagón. Este tren se precipita a un precipicio. ¿Qué maquinista tan malvado, no? Sin democracia, somos meros pasajeros que vagamos sin rumbo entre los pasillos de nuestro vagón. Los cristales de las ventanas, tintados, para no ver el precipicio. No debemos sentir temor, como no siente temor la oveja que sigue al pastor sin preguntarse a donde. Abre los ojos. Rompe puertas. Entra en la sala de máquinas. Combate la autoridad.

 Pero no es fácil. Ellos, los que gobiernan este mundo, que por cierto no siempre coinciden con políticos ni reyes, no quieren que luches. Es más, no quieren que te muevas. Quieren que obedezcas. Limitarán tus derechos. Te robarán. Te atarán de manos y pies con leyes que no tienen sentido. Silenciarán tu libertad de expresión si hablas peligroso. Combate la autoridad.

 Porque... ¿qué forma de vida más noble que combatir por nuestros derechos y por los derechos de quienes vendrán? ¿Vas a seguir agachando la cabeza al recibir la bofetada? ¿Vas a mirar a otro lado cuando introduzcan su mano en tu bolsillo? Toma las riendas de tu destino. Sal a la calle y cambia tu presente. Cambia tu futuro.

 Habrá que atravesar la ilegalidad. Desobediencia civil. Porque el mejor ciudadano no es el que cumple las leyes que le dictan, sino las que le dicta su moralidad. Y para los que vean utópica esta situación... allí arriba nos temen. Y mucho. Power to the people. Fight the power!

Combate la autoridad.


Paz!

martes, 1 de noviembre de 2011

¿Discotecas diversión?

 A veces me planteo seguir la filosofía de vida del "Vive y deja vivir", pero joder, soy demasiado cabrón. Así que siguiendo mi naturaleza, voy a dar por culo hasta que no pueda más y voy a criticar todo aquello que mal me parezca, que no me guste o que simplemente no comparta. Todo sea desde el respeto, ¿no?

 Discotecas. ¿Qué es una discoteca, objetivamente hablando? Local público con horario preferentemente nocturno donde se escucha y se baila música grabada y se consumen bebidas. Vamos analizando. Generalmente, se trata de un local cerrado. Es decir, aunque sea en el peor de los inviernos, calor tremendo asegurado. Gente que baila, es decir, chorreando sudor por todos sus poros, y después cuando yo vengo de jugar a fútbol me dicen que no me ponga cariñoso, no te jode. La mayoría de la gente que baila, drogada. Pero en fin, que voy a decir yo de esto.

 ¿Qué baila esta gente? O bien reggaeton o bien música electrónica. Contra esta última, no la comparto pero me parece respetable. Pero lo del reggaeton... es algo... con lo que no puedo. Primero, la mayoría de los cantantes se creen rappers. Segundo, las bases son casi todas iguales, y si no son iguales, al menos usan elementos muy parecidos a la hora de crear la base. Tercero, y elemento más penoso. La calidad lírica. Frases clásicas de una canción de reggaeton:

-Dale mamita que esta noche vamos a ser muy malos.
-Ya tu sabes que cuando yo le doy al mambo tu vienes corre que corre.
-Ven pa´ ca´puta que perreando perreando te voy a hacer sudar.

 Un mensaje social impresionante. Para ponerlo a los niños en el colegio. Pero bueno, pasemos página que me voy. ¿Discoteca local público? Los cojones. ¿No puedo entrar si no llevo zapatos? Pues que os follen. ¿Me vais a hacer gastarme una pasta para pasar una noche en vuestro local? Me voy y me emborracho en un parque, total, voy a terminar bailando igualmente y seguro que me lo paso mejor.

 Otra cosa. Creo firmemente en el diálogo como vía para conocer gente, aprender y divertirse. ¿Se puede dialogar en una discoteca? A duras penas, macho.

 Y ya ni hablar de que se pase a tías gratis con tal de que vayan ligeras de ropa... ¡no os enfadéis conmigo, si os estoy defendiendo! Eso sí, si vas borracha y con poca ropa y no te pasan gratis, no me culpes a mí, será que eres muy fea.

 Discotecas llenas y bibliotecas solas. Por mí, ya lo veis, ojalá ardiesen todas. Dedicado a las pavas que hablan de ellas como templos de la música cuando no son más que burdeles del siglo XXI, más modernos a la vez que agobiantes. ¿Vive y deja vivir? Baaah, demasiado aburrido, tío.


 Paz!

domingo, 30 de octubre de 2011

La muerte del alma.

 Muchas veces me pregunto como será mi muerte. Por un lado, me gustaría morir durmiendo, habiendo alcanzado la paz. Inspirar, expirar, inspirar, expirar y... dejar de respirar. Por otro, me gustaría morir como se muere en las películas. Salvando a quién amo. Pero Hollywood es demasiado utópico, ¿no?

 No. Realmente, me gustaría morir con dignidad. ¿Qué menos no? Porque existen muertes demasiado terribles. Terribles por dolorosas. Terribles por tristes. Dolorosas, tintadas de rojo. Sangre que brota más viva que nunca, dejándote inerte para siempre. La bala que te vuela la caja de los sesos. La navaja que atraviesa tu pecho. El impacto contra el suelo desde un quinto piso. Muertes terribles. Terribles por dolorosas.

 Pero no. No son las muertes que más me asustan. ¿Imagináis lo terrible que debe ser morir por desidia? Aburrirse de vivir. Respirar sin sentir el oxígeno. Asomar a la ventana y quedarse viendo la vida. Sin expresión alguna en la cara. La vida corre delante tuya, pero no quieres seguir su ritmo. Y poco a poco, dejar de sentirlo todo a no sentir nada. Indiferencia ante tu alrededor. Morirse del asco. Terrible. Terrible por triste. La muerte del alma.



Paz!

domingo, 23 de octubre de 2011

La capacidad de emocionar.

 Las personas que poseen el vicio de crear están acostumbradas a recibir críticas. Unas buenas. Otras malas. Unas decepcionadas. Otras asombradas. Mantener la calma es la clave. Los humos a ras de suelo, pero la cabeza siempre alta. Aun así, el autor de una creación considera a ésta su hija. El fruto de su trabajo y esfuerzo. Y es imposible obviar el orgullo que siente por él mismo.

Sin embargo, este orgullo llega a un punto que es difícil de describir. Cuando el poder que ejerce tu obra llega a conmover. En mi caso personal, mis armas son las palabras. La capacidad de expresión.

Mágico es el momento en que tus palabras logran captar la atención del público. Sientes clavados sus ojos. Sientes en ti sus pensamientos. Reflexionando sobre tus palabras. Recitando suave, soplando en la fibra sensible de cada uno, llegando a cada rincón de sus corazones. Parando respiraciones. Un momento mágico.

A mí me ha tocado vivirlo en un sentido homenaje a mis abuelos maternos. Casi cincuenta integrantes de la familia pendientes de mis palabras. Y las lágrimas de mi abuela acariciando sus mejillas. Un instante para enmarcar, pero que deja con la sensación de: “Joder, si lo llego a saber no escribo nada”.

Así como lo sentí  te lo cuento. Es el regalo al creador. La capacidad de emocionar.



Paz!

jueves, 20 de octubre de 2011

La vida.

 La vida no es tan normal como parece, la vida es efervescente, un día estás arriba y al otro abajo. La vida es una carrera continua en la que abunda el flato, no lo busques porque no hay atajo. Recibes alegrías pero también golpes bajos, no descanses en tu trabajo y así no pagarás los platos.

La persona a la que hoy abrazas puede que mañana no esté, el estrés del destino es inquietante, en un segundo puede dejar de latir el corazón del hombre que tienes delante. La vida es fugaz y se fuga al menor instante, has de gozar cada segundo en el que tu corazón late.

La vida es una dama tranquila que camina por nuestra existencia, sólo disfrutando lo que tienes apreciarás su esencia. La vida vive en un continuo cambio de disfraz, un día ves las cosas bien y al otro las ves mal.

Algunos piensan que la vida es una lotería que depende de la suerte, pero si suerte no es buscada, suerte no aparece.

Porque qué es la vida al fin y al cabo sino pequeños detalles, una tímida sonrisa de la chica que ames, o quizás un sincero abrazo con tus padres, tan sólo eso, simples detalles.

Vive consciente de tus limitaciones y sácales partido a tus condiciones, busca paz y amor para los corazones.
Caminamos bajo esta lluvia de sensaciones turbias, pero siempre hay que buscar la sonrisa, que el motivo de tu vida sea la alegría.

Porque no merece la pena vivir ofuscado, pero sí involucrado con la sociedad, olvida el pasado y piensa en el qué vendrá.

La vida... la vida...



Paz!

domingo, 16 de octubre de 2011

15 de Octubre.

En la jornada del pasado sábado, tuvo lugar la esperada toma de la calle en todo el mundo en protesta por el camino que sigue este nuestro mundo. A mí, me tocó tomar junto a, aproximadamente, otras 7.000 personas, las calles de Granada. Pese a mi corta edad y mi poca experiencia, me considero un indignado más de la cabeza a los pies. Pero mi indignación, más que por políticos y banqueros, viene dada por la humanidad en general. Aún así, este movimiento me representa totalmente, y veo a cada uno de los manifestantes como hermanos de ideas. Quizás nos falte organización, pero no ganas. Quizás no nos escuchen, haremos más ruido. Mi indignación con el mundo no es nueva, pero en este 15 de Octubre es cuando ha llegado a su máxima expresión. Es mi primera manifestación. No mi primera aparición en el movimiento del 15M. Por eso, ha sido muy especial para mí. No será la última. Voy a contaros lo que vi.

 Si soy sincero, no esperaba tanta gente. La plaza de la Caleta se fue llenando poco a poco hasta desbordarse. Pancartas utópicas, soñadoras, ideales. Algunas radicales. Unas concretas, otras desorbitadas. En definitiva, un clamo al cielo por un mundo mejor. La derecha nos acusa de ser cuatro hippies. Exacto, vi cuatro hippies. Porque el resto, eran familias. Eran padres. Eran madres. Eran niños. Eran bebés. Eran ancianos. Pero el movimiento, el movimiento es joven. Y fuerte.

 Vi locos. Locos de atar. Pero locos de amor. Locamente enamorados de la humanidad. Locos, porque sueñan con un mundo mejor. Pero en realidad, son los más cuerdos. Porque ellos no sueñan, ellos luchan. ¿Algo que no vi? No vi miedo. Formábamos, una pequeña gran familia. Vi solidaridad. Todos podíamos coger el megáfono y entonar nuestro cántico. Todos bailando, al unísono. Unas gargantas, incluso tímidas, que se sentían fuertes. Pues no existe la flaqueza si el de al lado cubre tu ausencia. Mucha gente observaba, en una distancia cercana. Pero observaban con la ilusión de quien ve un pueblo unido. En definitiva, una pequeña gran familia.

 Eso fue en Granada. ¿Y en el mundo? 951 ciudades a lo largo de más de 80 países. ¿En qué se resume eso? En millones de personas disconformes con el sistema y que se proponen cambiarlo. ¿En qué quieren resumirlo? En cuatro perroflautas que no representan al pueblo. A esos, que los follen.

 15 de Octubre. El día en que las banderas de cada nación se enterraron bajo tierra, para tener la mano libre y estrechársela a los indignados de todo el mundo. El día en que la indignación se expresó en miles de lenguas y a la vez sólo en una. Existe el futuro. Existe ilusión. Somos indignados. Podemos cambiar este mundo. Danos tiempo.



Paz!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Rabia.

 Como cada día, subo al autobús que me lleva al instituto y tomo asiento. Pero hoy no es un día cualquiera. No dejo de preguntarme: “¿En qué mundo vivimos?”. Es temprano y me encuentro cansado, así que dejo caer los párpados…

De repente, me encuentro a mí mismo caminando por una calle llena de gente. Esto es la ciudad, así que todo el mundo va con prisas y sin pararse a mirar lo que tiene al lado. A mi izquierda, en un portal, un vagabundo duerme ajeno al ruido de la ciudad con la única protección de una manta. Afectado, desvío la mirada a la derecha, y encuentro aparcado un Porsche. Sigo mi camino y entro a una cafetería. Media cafetería está pendiente de la televisión. Ofrecen la noticia del día. La evolución de las primas de riesgo en la Bolsa. Siguiente noticia, el hielo en el Ártico desciende a su segundo nivel mínimo histórico. Todos vuelven la mirada al periódico, no les interesa esa noticia. A mi lado, dos empresarios hablan maravillas de la globalización. Es el futuro, dicen. ¿Es el futuro ver a países ricos robar a países pobres? Siguiente noticia. Rajoy, lo primero el empleo. Rubalcaba, no a los recortes. ¿Realmente trabajan por nuestro bien?¿Por qué no investigan los paraísos fiscales?

Cojo el periódico del día y leo: el 80% de la riqueza mundial se la reparte el 20% de la población. En un artículo de opinión, se habla de la pena de muerte. Intento visualizar la escena: un asesino que en realidad no lo es, observa aterrorizado como avanza la inyección letal que le quitará la vida. En África, pueblos oprimidos por gobiernos totalitarios reciben ayuda internacional. ¿Pero qué pueblos son ayudados? Aquellos que pueden pagar con petróleo luego. Cuantos pueblos oprimidos siguen sin ver la salida…Vuelvo a pensar en África. En la pobreza de sus habitantes. En la de millones de personas que mueren, en África y en el mundo, por enfermedades con cura que no interesa producir porque no pueden pagarla…

Pienso en los secretos que la NASA nos oculta y que darían mucho sentido y explicación a innumerables misterios. Rememoro a los policías aporreando manifestantes en aquella manifestación por unas condiciones de vida dignas. Pienso en las guerras, en los países que intercambian mucha, mucha sangre, por poco, poco oro. Veo la envidia en los ojos de quien observa al que la paz ha encontrado.

Pienso en las guerras de religión. En mi opinión, lo más sagrado que puede tener una persona, son sus creencias, que dan sentido a su vida. Pero luego veo, en un lado del planeta, a un musulmán degollando a un cristiano, y en el otro lado, una mezquita ardiendo.

En la costa, un ave lucha por abrir las alas, pero el chapapote se lo impide. En sus profundidades, el mar se cobra una patera llena de personas que sólo buscaban un mendrugo de pan que darle a sus hijos. Se nos dice que el tabaco puede matar, pero creo que el oxígeno de la ciudad está más contaminado.

Todas estas imágenes en mi cabeza, me hacen odiar al ser humano. Me hierve la sangre. Tengo RABIA. Pero despierto de mi sueño. Un joven se levanta y deja su asiento en el autobús a una mujer africana. Entonces pienso que el mundo puede cambiar.



Paz!

domingo, 9 de octubre de 2011

Reflejos de belleza.

 El concepto de belleza es frecuente en nuestros temas de conversación, y más todavía en nuestros pensamientos. En un gran porcentaje, aparece cuando hablamos de personas. Pero hoy, escribiré sobre mi particular concepto de belleza. La belleza nos rodea, y sólo hay que saber verla. Quizás tú veas belleza donde yo aún no he aprendido a verla. Quizás yo te enseñe nuevos reductos de belleza.

Evidentemente, me parecen bonitas las personas, sus caras. Encuentro bella la variedad de rostros. Veo belleza en la curvatura del cuello, en las orejas, en la comisura de los labios, en los senos. La hermosura de los ojos viene dada por lo enigmático, pues las pupilas son dos pozos en cuya oscuridad descansa la sinceridad de una mirada. Por eso mucha gente evita el contacto visual mantenido. Pero más bellas aún, me parecen las almas. La magia eterna encerrada en un cuerpo mortal, donde nacen los sentimientos y brotan las emociones que dan lugar a las acciones.

Hasta ahí lo humano. Porque no  sólo en lo humano reside la belleza. Me gusta relacionar la belleza con la poesía. Siendo así, veo poesía en la lluvia. El delicado impacto del agua con el suelo, y el suave sonido que desprende. Veo poesía en las hojas que caen en otoño. Poesía en las nubes, que despiertan la imaginación. Poesía natural, en lo simple de la naturaleza. La naturaleza que no ha sido modificada. Veo poesía en África.

La poesía rebosa en las palabras. De ahí nace mi inspiración. ¿No ves hermosas las palabras? Poesía en sí es una palabra preciosa. Su trazo, su entonación. Su significado. Amor. Mar. Azahar. Amapola. Luz. Lágrima. Naturaleza. Veo poesía en su combinación, hilando fino. Hermosos textos que son lagos cristalinos.

En cada esquina veo belleza. La misión de todo escritor, intentar plasmarla. Se podrá hacer bien, se podrá hacer mal. Pero vertimos sangre y lágrimas en el esfuerzo. ¿Dónde ves tú la belleza?


Paz!

miércoles, 5 de octubre de 2011

Oda al silencio.

 Oh preciado silencio, ante ti me arrodillo esta noche. Eres un ave que vuela sin cansarse. Difícil de localizar, si esperas encontrarlo de casualidad. Pero con fuerza de voluntad, se puede encontrar tu nido. Libras una encarnizada batalla con el ruido. En núcleos urbanos tan sólo apareces en callejones. El sistema te declara la guerra.

Si falta la inspiración, me traes los sonidos de la naturaleza. Pájaros piando, grillos... agua. Cataratas de agua que purifican el alma. Sólo si tú me abrigas, puedo escuchar a mis ángeles, pero también a mis demonios.

Porque tus palabras insonoras son más claras que las de muchos políticos que dando muchas voces, en realidad no dicen nada.

Mis pensamientos se aglutinan sin sentido ni coherencia cuando no te encuentro. Si apareces en escena se alistan, con orden de ejército.

Hoy sólo ejercito mi mente si entro en tu castillo. Donde surgen voces que nadie oye y los ladridos que creemos voces, sucumben en el río.

Abraza el silencio. Llámame solitario si por ello entiendes amar el silencio.


Paz!

martes, 4 de octubre de 2011

Ejércitos y "ejércitos".

 Este alma guerrera se declara, ante todo, pacifista. Siendo esta mi condición, las fuerzas armadas deberían ser temas protagonistas de mis discusiones. Así son. Antes de nada, haré un inciso para aclarar un término que va a repetirse varias veces en este artículo que hoy escribo. Aunque no sea del todo correcto, hoy englobaré las distintas instituciones de la policía y del ejército en "fuerzas del orden". Más que nada por comodidad, porque yo soy así de chulo.

Mi oposición a las fuerzas del orden se fundamenta en mi rechazo a la violencia en general, y a su violencia en particular, la cual se desarrolla mediante el uso de armas y los abusos de autoridad. Así mismo, rechazo total y absolutamente el gasto militar que pagan nuestros impuestos y que es desorbitado en España.

Pero mi crítica feroz a las fuerzas del orden se concentra en su funcionamiento. Las fuerzas del orden velan por la seguridad. ¿La seguridad de quién? En teoría, velan por la seguridad del PUEBLO, es decir, del primer al último ciudadano de la nación. Eso en teoría. Pero en la práctica... ¿es realmente así? Por supuesto que no.

La seguridad por la que trabajan es la de los gobernantes. La seguridad de la punta de la pirámide de este "Moderno Régimen". Se limitan a obedecer órdenes, y nosotros no les ordenamos. Se convierten en herramientas del Gobierno.

Pero esta semana, ocurrieron dos hechos que despertaron mi sorpresa y saciaron mi sed de justicia. Marines americanos acuden a defender de la policía a los manifestantes del movimiento "Occupy Wall Street". A su vez, el ejército griego se presenta para defender a los manifestantes helenos. ¿Sus motivos? Estas fueron sus palabras: "Defendemos nuestro país, defendemos nuestro pueblo".

Admirable. ¿No creen? Un ejército por y para el pueblo. Unas fuerzas del orden al servicio del pueblo. Como debería ser. Pues unas fuerzas armadas al servicio del pueblo no van a invadir otros países. El pueblo no quiere guerras. Los gobiernos sí. Intereses.

Me despido reiterando mi admiración ante estos hechos. Y añado que siempre, siempre, diré lo que pienso sin guardarme nada, pues prefiero morderme la lengua tras equivocarme a ahogar mi alma.


Paz!

domingo, 2 de octubre de 2011

Charlando con un perro viejo.

 La lluvia que comenzó a caer sobre mi nariz y prosiguió con el resto del cuerpo, no ayudaba para nada al pesimismo existencial que aquella tarde de invierno me invadía. El agua, lejos de caer enfadada con el mundo, aterrizaba triste, melancólica sobre mis hombros. Su desencanto era evidente.

Corriendo a protegerme en un portal, encontré un perro. Al igual que yo, se encontraba empapado. Sus ojos, me engancharon desde el primer momento. Como era de esperar, el brillo de la curiosidad brillaba en ellos. Pero lo que me llamó más la atención, fue la sabiduría que vi en ellos. Un can filósofo.

Aquellos ojos parecían haberlo visto todo. Un perro sin dueño, que sobrevive en la calle. Vi mucha más sabiduría en esos ojos que en los ojos de quienes se hacen llamar salvadores de la nación. Por un momento, me dio la sensación de que arrancaba a hablar. Un espejismo muy real.

Fue entonces cuando cruzó mi mente una extraña idea. Por un momento, me pareció interesante intercambiar mi vida con la del perro. Ser perro y que el perro fuese persona. Pero entonces, el perro se fue.



Paz!

jueves, 29 de septiembre de 2011

Contradicciones.

  Dijo una vez, el célebre filósofo presocrático Heráclito de Éfeso, que nunca podremos bañarnos dos veces en el mismo río. Pues el agua del río supone un flujo continuo que no deja de renovarse. Por lo tanto, cuando intentemos introducirnos de nuevo en el río, sus aguas no serán las mismas de la primera vez, por lo tanto no será el mismo río. Exactamente igual funciona la vida, un flujo continuo. Y con ella, sus elementos, las ideas, las cuales cambian continuamente. Contradicciones.

Diego Armando Maradona, ante todo un personaje, advirtió en una rueda de prensa con tono amenazante que él sólo entendía de negros o blancos. Gris nunca, dijo. En más de una ocasión, me mostré de acuerdo. Rechacé a los grises. Convenientes me parecían, mas hoy día, inteligentes los veo.

Absoluto es mi rechazo a una religión que te haga confiar en un ente superior tu destino. Pero a veces, me gustaría tener una venda sobre los ojos y confiar en que todo tiene un sentido, que esta vida es un entrenamiento para la vida eterna que nos espera en el cielo.

Odio, es lo que siento hacia la violencia. Temo hacer daño a la gente a la que quiero, por muy tonto que sea el accidente, o leve el daño. Mas sin embargo, la adrenalina que arde en el combate, en el enfrentamiento, aunque no sea violencia, sólo encararse, me gusta. El olor del napalm.

¿Merece ser respetado aquel que no respeta? Por una parte sí, para no rebajarte a su nivel de persona. Por otra parte no, pues hay que darle lo que merece.

Aunque quizás el mayor ejemplo sea razonando sobre la humanidad. Por una parte, cada vez vamos peor. Retrocedemos como los cangrejos, con guerras que no cesan, fabricando armas nucleares, con leyes vigentes como la pena de muerte en EEUU. Pero me aferro a pensar que el ser humano es bueno por naturaleza y que avanzamos hacia un mundo mejor. Dos pensamientos que rondan mi cabeza y me hacen pasar de afirmar que este mundo es una mierda a creer ilusionado en el progreso hacia un mundo más humano.

Contradicciones, que fuera de la hipocresía, se convierte en sabiduría. Pues contradecirse es de sabios dicen... una mente que no para de proponerse nuevos pensamientos mediante la razón. Contradicciones.


Paz!

domingo, 25 de septiembre de 2011

Nada menos que toda una vida.

 Venimos al mundo como quien se despierta tras una noche de borrachera. Tanteando el terreno, desconocimiento de la situación, miedo a encontrarnos. Demasiado tiempo rodeado de líquido como para estar tan seco ahora. Tardamos en abrir los ojos pues la luz nos quema y para acostumbrar a nuestras pupilas, hemos de acostumbrar primero nuestros párpados. Pero llega el momento en que los abres, y te encuentras en una carretera desierta. Una carretera que te obliga a avanzar, y en la que un paso atrás son dos pasos adelante.

Infancia. ¿Existe algo más bello? Cuando la muerte se llama “debilitarse” y se cura yendo a un centro pokemon. Cuando la traición se arregla pidiendo perdón y nada más, pues un corazón puro no entiende de intereses ni de rencores. Adictos a los zumos y coqueteando con el azúcar. Enganchados a la Nocilla a escondidas a las cinco de la tarde.  Demostrando lo valiente que eres desafiando al maestro y terminando de cara a la pared. Donde no se busca sexo sino amigos. Cuando el amor se marca en la mejilla, y no en los labios. Y si la sonrisa desaparece y llueven lágrimas, dame cinco minutos  para que vuelva carcajada. ¿Por qué lo mejor viene al principio?

Adolescencia. Algo a lo que llaman mundo real se asoma desde arriba de la escalera. Adoptamos costumbres peligrosas ante las que nos creemos inmortales. Que controlamos decimos. Menuda estupidez.  Jugando a llegar a casa ebrios y hacernos los sobrios. Duelen codos, pues hay que espabilar y nuestras tareas escolares ya no se solucionan en media hora. Horas frente a la televisión de la infancia alternan ahora con horas frente al espejo. ¿Estaré guapo esta noche? Malditos granos. Luchando por creernos mayores de edad, pero sólo en discotecas, no en responsabilidades. Cambiando de labios como de vaso en botellones. Consumiendo relaciones como cigarrillos. Bebiendo la vida a morro.

Adultez. Ese amenazante mundo del que hablaban los adultos te ha agarrado desprevenido. Estudias y estudias, pero no trabajas. Soñando con ser alguien obteniendo buenas notas otrora, limpiando chicles del suelo para poder empezar una segunda carrera universitaria hoy. Descubres que de todos los labios que habías explorado antes, sólo unos son para siempre. Ya sabes con quién compartir el resto de tu vida. Y aunque existe, el miedo al futuro se supera con la ilusión de quién se siente respaldado. Sintiéndose un mago cuando creas vida. Sintiéndose dios cuando esa vida te necesita para respirar. Sintiéndose profeta cuando acepta lo que le enseñas. Sin saber cómo sentirse cuando lo escuchas decir: “Papá…”.

Vejez. Sintiéndonos en lo alto de la montaña, acercándonos al precipicio, nos damos la vuelta para observar la carretera que dejamos atrás. Dejamos risas, dejamos charcos de lágrimas, dejamos muchos muebles rotos, a algunas personas felices, a otras personas más tristes, a unos padres orgullosos que ya descansan, unos hijos que son tu legado y cuyos hijos os miran con la admiración de quien observa unos ojos que lo han visto todo. Entonces descubres si has sido alguien, o si solo has sido polvo. Con la respuesta, llega la paz.

Mierda. Me caigo de la cama. Vaya sueño más raro… ¿cuánto llevo durmiendo? Parece que llevase durmiendo nada menos que toda una vida. Pero por lo menos tengo una idea para escribir esta tarde.

“Tras la carcajada infantil,
la locura adolescente
y la madurez del adulto,
pese al tumulto
de la gente
me mantengo feliz.”


Paz!

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Soy escritor.

 ¿Cuánta gente se queja de la rutina sin saber salir de ella? Buscan emociones fuertes, dicen. Creen que en la vida hay un momento en que alguien te da un mapa del tesoro para encontrar el oro que es la felicidad. Quizás el oro de la felicidad se encuentre en hacer de tu rutina una rutina divertida, ¿no crees?

 Hoy puedo decir que soy feliz. Me liberé de antiguas ataduras y por fin encontré la forma más adecuada de dar rienda suelta a mis pensamientos. Escritura. Soy feliz si mi rutina es escribir, dejaré de serlo el día que no pueda escribir. Así de simple.

Porque se puede escribir por placer, para expresar felicidad, para expresar belleza mediante juegos de palabras, rimando construyendo poesía, o en prosa enlazando las palabras con magia. Pero también por sufrimiento, cuando algo te come la cabeza y deseas enterrarlo en un folio para poder pensar con claridad. A veces escribiendo sobre un tema polémico, averiguas en qué lado de la balanza estás. Puedes compartir tu dolor, y sentir que quizás no sea tan importante como creías. Convierte gritos desesperados en susurros desolados, lágrimas  saladas en palabras dulces.

Hipócrita es quién afirme que sólo escribe para él. El destino de las creaciones es ser compartidas. Transmitir. Enseñar. Por eso puedo afirmar, que pese a la importante función terapéutica que ejerce en mí el escribir, no puedo evitar sonreír cuando una persona me felicita por mi blog. Sonrisa sincera y agradecimiento profundo. Pocas cosas sientan mejor que el reconocimiento, aunque quién se expresa se expone a ser criticado. Escribo y escribo lo que siento, pero si alguien no está de acuerdo, mi puerta está abierta para discutirlo. Nunca me consideré con la verdad absoluta de mi mano. Igual de gratificante que una buena crítica, valorando lo bueno y criticando lo malo, lo cual te hace pensar que aún queda gente que piensa que lo que escribes puede ser interesante, y en ocasiones lo lee.  No hay nada mejor que la felicitación del lector. Sin ellos sólo sería un escritor amargado.

Pero lo tengo claro. No tengo dudas. Que en mi lápida, ponga que yo era escritor. Mi único gran amor, será la escritura. Papel en blanco, lápiz, bolígrafo, pluma… teclado y pantalla en tiempos modernos. La magia está en las palabras. Y las palabras están en el aire… Que la palabra no descanse. Soy escritor.




Paz!

lunes, 19 de septiembre de 2011

Ciudadano del mundo.

  Desgraciadamente, en esta España siempre va a ser un tema de discusión caliente los nacionalismos. Duramente son criticados a diario tanto el nacionalismo catalán, como el vasco. El último precedente, en la fiesta del Día de Cataluña con la quema de una bandera española. Un gesto feo, muy feo, que desprestigia algo a una fiesta tan respetable como la Diada. Y que decir del nacionalismo vasco, caracterizado por episodios violentos cuya tregua reciente esperemos definitiva.

 Mas, obviando estos incidentes, cada persona es libre de sentirse de un lugar más que de otro. ¿Qué problema existe con que un catalán se sienta más catalán que español, eso sí, pacíficamente? Una cosa que me parece totalmente absurda, es que las críticas más duras a los nacionalismos vascos y catalanes, provienen de otros nacionalistas, los españoles. Y a mí, nacionalismo vasco, catalán y español me parecen tanto monta monta tanto. Exactamente lo mismo.

 Ante todo, yo respeto el derecho legítimo de cada persona a sentirse identificada por el territorio, nación,  institución, bandera, escudo, tradiciones o gobernantes que le parezca en gana. Pero siempre y cuando esta persona respete a quién no comparta esta identificación. Porque me parece algo muy feo eso de rechazar a una persona de un territorio por no ser originaria de éste, argumentando que no tiene derecho. Los nacionalismos pueden llegar a ser muy peligrosos, y tal como los definiría un gran profesor mío: "El nacionalismo puede llegar a ser el cáncer del S.XXI".

 Dentro de mi respeto, tiene lugar el desacuerdo. Pues pueden ocurrir incidentes graves por la absurda defensa de unos ciertos límites territoriales impuestos por gobernantes por intereses, o a base de sangre. Por no hablar de que el lugar donde cada uno nace es totalmente al azar, nadie elige en que país nace.

 Muchos dirán: "¿Entonces tú, qué pollas eres?". Yo soy un ciudadano del mundo, amigo mío. Pues puedo sentirme orgulloso de ciertos elementos españoles, poquitos pero algunos, y muy orgulloso de haber nacido en una tierra maravillosa como Granada. Pero me parece más bello aún el sentirse identificado con la humanidad en sí, aceptar como hermanos a marroquíes, rusos, japoneses, paraguayos, argentinos... Porque el nacer en un país no nos impone nada en la sangre, todo depende de nuestra educación y desarrollo como persona. Cada país tiene cosas buenas y cosas malas. Me identifico con las buenas, porque creo que es un sentimiento muy sano el desear en ocasiones vivir en un lugar distinto al que habitas.

 Por eso hoy día, yo no tengo duda. Cuando me toque rellenar mi carnet de identidad, mi nacionalidad estará en blanco. No quiero ponerme la etiqueta de ser de un lugar y no de otro. Soy de todas partes, y siento el mundo entero como mío, igual que en mi país puede vivir en paz cualquier persona. No lo duden, soy un ciudadano del mundo. ¿De dónde eres tú?



Paz!

domingo, 18 de septiembre de 2011

Inspiración.

 Meditando frente a mi cuaderno. Cabeza baja, mirada perdida. Conciencia llena de ideas, ninguna concreta. ¿Qué nana le recito hoy a mi libreta para que duerma satisfecha? Asomo por la ventana y observo el panorama.

Sentado en un banco, un joven con ganas de vivir lee el periódico para conseguir nuevos conocimientos. Pasando con los ojos llorosos delante de él, un anciano se desespera porque sabe más de lo que le gustaría saber. Su cuerpo se muere.

Comienza a llover. Una adolescente corre calle arriba porque se le estropea el pelo. Clama a los cuatro vientos lo injusto de su situación. “Maldita lluvia”, grita. Pero ella no sabe que el agua que ella maldice, comadres son de nuevos cultivos. El círculo de la vida.

Un padre de familia acomodada arroja a la basura los juguetes que sus hijos no quieren, porque quieren otros nuevos. A lo lejos, un padre de familia con la misma dignidad que el anterior pero sin su cartera, lo observa comprendiendo que sus hijos sí tendrán regalos estas Navidades.

Un soplo de aire fresco supone la inspiración. Pues escribir no tiene ningún truco. Bucear en ti mismo y saber lo que sientes. Plasmarlo es sencillo. Tan fácil como asomarse a una ventana…



Paz!

martes, 13 de septiembre de 2011

Deporte. Casta y coraje.


 Llegados a la edad en que me hallo, puedo afirmar inequívocamente que debo mi educación, es decir, lo que soy hoy día, a cinco gremios a los cuales nunca dejaré de darle las gracias. Por este orden: mi familia, mis profesores, mis amigos, el deporte y el hip hop. Así es, el deporte y sus valores, en especial el fútbol, son una parte importante de lo que soy yo. Nunca dejará de apasionarme el fútbol, y aunque me prometí no hablar de fútbol en mi blog para no romper con su mística pese a que me han insistido, hoy voy a hacerlo.

A mí el fútbol de pequeño, me importaba lo mismo que Rajoy ahora. Una mierda. Pero a base de insistencia y de sentarme en el sofá, mi padre consiguió metérmelo en la cabeza hasta convertirme en un enfermo. Me lo veo todo, nacional, segunda división, internacional… no tengo la parabólica de Maldini el calvo pero casi. Como  todos, alucino con la velocidad de Messi, las bicicletas de Cristiano, pero a mí no me gusta el fútbol por eso.

Yo amo el fútbol, el deporte, por los valores que me transmite. Competición. Autosuperación. Esfuerzo. Trabajo, exponiendo el cuerpo humano ante sus límites. Solidaridad en el esfuerzo. Trabajo en equipo entendiendo un grupo de jugadores como una familia, sacrificándote por tu compañero. Casta y coraje, para atravesar las barreras que el deporte pone en forma de lesiones o situaciones adversas. Honor, respetando a los rivales y representando un escudo y unos aficionados. Entrega, devolviendo la energía que el aficionado deja con su garganta. Respetar la ley número uno del deporte: lo que ocurre en el campo, en el campo queda. Y poner corazón, honestidad y esfuerzo en tu trabajo. Fundamental. Hay gente que intenta romper estos valores, pero ellos son más fuertes.

Aunque posiblemente yo sea un jugador de fútbol frustrado que no pase de jugar en segunda provincial, mis sueños son tan fuertes que me hacen sentir lo que siente un jugador de primera división. Imaginarte en Anfield, en el túnel de vestuarios. El techo tiembla. La grada tintada de un rojo vivo, banderas por doquier, estandartes con un mismo escudo. 45,000 personas entonando un mismo himno. Alentando a los gladiadores que saltarán al campo en unos instantes. Y te das cuenta de que te cantan a ti, te animan a ti. Saltas al campo con la intención de devolver la ilusión a la grada, y entonces luchas cada balón como si fuese el último. Una estirada que evita que el balón entre por la escuadra rozando el esférico con un dedo. Una entrada a ras de suelo que evita que el balón salga por fuera de banda. Un tackling que evita que el delantero entre solo en el área y marque gol. Un impulso que nace desde las rodillas y te hace saltar hasta superar a tu rival en la disputa aérea pese a tener más centímetros que tú. El espacio que encuentras entre la defensa y al que diriges el balón para dejar solo al compañero. Una zancada potente que te permite estirarte los tres centímetros que necesitas para rematar en plancha un centro perfecto y anotar el gol.

Además de sano, el fútbol puede llegar a ser una forma de vida. Tal y como has leído veo yo el fútbol. ¿Cómo lo ves tú? Aprende a ver el deporte como lo veo yo. Quizás aprendas a sentirlo como yo lo hago.



Paz!

lunes, 12 de septiembre de 2011

El conocimiento.

 En los tiempos oscuros por los que nos movemos hoy día, los valores, las ideas, recorren su cuesta abajo al vacío, mientras bienes materiales aumentan su peso no en la báscula sino en importancia y codicia. Peligra el deseo de información, pues a veces para acallar ese deseo que sale de nuestro interior, nos dan la piruleta y nos callamos.

 Pero...¿qué derecho nos queda si nos roban el derecho a la información? El saber. Todo lo que sucede a nuestro alrededor tiene una explicación, un motivo, una razón... una intención. La información está en el aire, pero se empeñaron en capturarla y esconderla. Como la llave que el malo de la película se traga para encerrar a alguien. Algo así. Pero siempre quedará la opción de buscar la llave en su mierda, ¿no?.

 Como diría el mc Lírico, a veces es más listo el que pregunta que quién tiene respuestas para todo. Parafraseando a Mou, en el "¿Por qué?" está la clave. El día que no tengamos nada que preguntar, será porque nuestra existencia estará vacía. Siempre habrá una pregunta que hacer. Un conocimiento que adquirir.

 Veo a adolescentes hoy en día... y me dan pena. Viven de modelos, sus paredes empapeladas de actores... ¿En qué piensan los adolescentes hoy día? ¿Qué saben ellos del mundo en el que viven? ¿Qué se yo del mundo en el que vivo? Conocimientos ocultos como los de la NASA, no desvelados para que no cunda el pánico. ¿Es mejor un pueblo advertido o un pueblo tonto?

 Pues a los de arriba no les interesa que la gente sepa. Y menos aún, que la gente pregunte. Nos dan la piruleta. Nos ponen fútbol todos los días, que no seré hipócrita, suelo ver, pero no logran que mi mente esté vacía. Como una religión que te impone barreras al conocimiento. Lo respeto pero no lo comparto. Pues la definición de fe por los creyentes es seguir algo con fervor, defendiéndolo con uñas y dientes sin saber lo que es, porque la fe no necesita respuestas. No te preguntas por qué tienes fe. Para mí, algo que aceptas sin preguntar... es algo jodido.

 Y obtener información no es fácil. Cadenas de televisión manipuladas por gobiernos, instituciones o ideologías, periódicos tanto más de lo mismo, censura en las calles... Alguien no quiere que sepamos. Mal, muy mal.

 Porque qué bello es cuando entiendes el por qué de algo. O sea que por este motivo esta gente hacía esto, ¿no?... Anda! Así que esto funciona así... Busca el conocimiento, escucha la opinión, sigue la verdad. El conocimiento, la llave de todas las puertas que nos cierran.


Paz!

jueves, 8 de septiembre de 2011

Abstracto.

 Fieles a mi palabra, hoy os presento formalmente a mi pareja. Declaro ante todos ustedes mi amor por un concepto, mi amor por lo abstracto. Pero... ¿qué es lo abstracto? La gran mayoría conocerá este término por el arte. El arte abstracto es aquel que huye de la imitación de otra forma ya concebida. En sus expresiones, no representan a ningún "algo". No hay una forma, un cuerpo determinado en el arte abstracto. Un arte que no representa cuerpos, sino ideas. Un arte que no expresa acciones, sino sentimientos. Un arte puro.

Tiene relación, pero no es exactamente de lo que vengo a hablaros. Vengo a hablaros de lo abstracto no como expresión, sino como tema de inspiración. De amor por lo que se entiende por abstracto. Amor por lo abstracto cuando lo abstracto es lo no material. Porque lo material siempre muere. Todo lo material se pudre. Lo pudre el aire, lo matamos nosotros. De una forma o de otra, lo material muere. Pero para lo material la muerte supone un alivio, pues antes de morir ha pasado de moda y queda en el olvido. Lo material muere en la soledad. Todo lo material tiene un substituto.

Mas no lo abstracto. Porque una idea siempre tendrá vida. En la cabeza de uno, o de otro. En mi cabeza, o en la tuya. Una idea no muere, se transmite. Un concepto siempre se mantendrá vivo. Lo abstracto, es el cigarro que no se apaga bajo la lluvia. Ser abstracto es ser inmortal. Un yogur que no caduca. Navegar a través de los siglos, siendo interpretado de formas distintas, pero estando ahí, que es lo importante. De ahí mi amor por lo abstracto.

No hay chuchería más dulce que inspirarse con conceptos abstractos. Un reto apasionante. Que te enamora conforme desarrollas el arte. Escultura, pintura... o en mi caso escritura. Un torbellino de ideas que no cesan, pero que te sumergen, te sumergen... y amenazan con ahogarte. Así podría definir lo abstracto y lo que significa para mí. La fuente de mis ideas más valiosas. Abstracto. Mi fuente de ideas. Y aún no me ahogo...


Paz!

martes, 6 de septiembre de 2011

06.09.11.

 Mis versos son elixir para sentimientos
que yacen en corazones muertos.

Puede que me equivoque pero siempre escribo mi verdad,
pues quién escribe con el alma siempre escribirá su realidad,
y no es casualidad que sepan más de mí de lo que deben,
si mi cuaderno fuese mar ustedes serían sus peces.

Quién conoce mi cabezonería aceptará con satisfacción,
que en mi lugar de fantasía diré sí a la utopía antes que a la razón.
Mas, ¿qué se yo?, de aquello que llaman mundo
si cuando gritamos "¡Libertad!" sólo se oye en el submundo.

Pero no, a estos cuerdos llamados locos
jamás nos convencerán
para dejar de gritar
aunque seamos unos pocos.

 Pues si luchas puedes perder,
pero si no luchas estás perdido.
Convencido,
 de que la anarquía traería el orden,
como aquel luchador anciano mi espíritu siempre será joven.

Cansado ya de buscar un corazón que de verdad me ame.
Convencido ya de que no existen personas que comprendan mi engranaje.
Mas enamorado moriré de las palabras que hacen que todo encaje.


Paz!

domingo, 4 de septiembre de 2011

Sonríe. :)

 Todos nacemos con una sonrisa, pero… ¿solemos lucirla? No me vale eso de que mis dientes son pequeños, o demasiado grandes, o que mi sonrisa no es bonita. No existen sonrisas feas, pues más allá de la belleza que reside en un esmalte, existe el talante que expresa. El poder de una sonrisa.

Cuando las cosas van bien, sonreír es fácil y común. Sonreímos sin motivos por el mero hecho de hacerlo. Porque nos sienta bien. Tropezamos con el suelo, y sonreímos. Entonces la caída sienta mejor. Caminas por la calle y eres feliz. Los perros te sacan la lengua para que les devuelvas el gesto. La luna te sonríe desde arriba. La farola te ilumina, porque tú eres la protagonista de tu historia de princesas. Entonces tu sonrisa transmite felicidad, una felicidad radiante como el Sol que contagia a quién te mira. Sonrisa, espejo del alma.

También podemos usar la sonrisa como recurso. Sonreír para romper el hielo. Dos personas se encuentran enfrente la una de otra en un autobús. Se miran de arriba abajo con timidez, con cortesía. ¿Cómo romper esa barrera de la timidez? Una sonrisa. La que aparece tras el roce de sus miradas. El primer paso de una bonita relación. Pues una mirada insinúa, mas una sonrisa sincera.

Pero hay veces que sonreír se convierte en una tarea muy complicada. Una horrible noticia nos deprime. Nos hace hundir la cara entre las rodillas y cerrar los ojos. Hacemos esto porque ya no queremos vivir, no queremos ver nada. Y si por error abrimos los ojos, sencillamente ver el suelo. En esos momentos aconsejo un movimiento. Acércate a un espejo, limpia las lágrimas que brillan en tus mejillas y abre los ojos. Observa tu rostro destrozado en el espejo. Detén  el llanto. Y entonces, aunque no tengas motivos, sonríe. Sonríe. Y observa tu sonrisa. Observa la luz entre el marco oscuro, entre el paisaje gris. Y entonces, sólo entonces, acércate a tu sonrisa. Y abrázala. Te darás cuenta que no siempre hay que tener un motivo para sonreír, porque sonreír es el motivo. Cuando sonreír se convierte en una necesidad.

  
  SONRÍE.



Paz!

viernes, 2 de septiembre de 2011

Ego.


El ego siempre estará servido. Siempre será un tema de polémica en la sociedad, sobre todo en los círculos más íntimos. Pero… ¿qué es el ego? Mucho debate existe en torno al término, quizás más en la antigüedad en temas de filosofía y psicología, pero ciertamente, aún siguen existiendo contradicciones.

En mi opinión, el ego es un concepto espiritual referido al “yo”. Consiste en saber quién se es. Saber que nadie va a pasar por encima de ti. Tener dignidad por ti mismo. ¿Vas a pisotearme? Tendrás que matarme antes. Por supuesto, también afecta a nuestras pautas de comportamiento.

Tachemos falsas referencias sobre el ego. Tener ego no es creerse mejor que nadie. Tener ego significa creer que nadie vale más que tú. Quién tiene ego tiene un espíritu combativo. Nadie me va a imponer nada así porque sí. Quién posee ego se opone a religiones que predican la adoración y el arrodillarse ante una figura divina. Quién posee ego combate las monarquías que funcionan con herencia, sólo por nacer hijo de hijo de alguien tener una vida solucionada. Es el espíritu del ego.

Pero posiblemente la consecuencia de tener ego signifique la confianza en uno mismo. Una confianza que viene del trabajo de uno mismo. Un optimismo que te hace saltar el centímetro que necesitas para pasar la valla. Confianza en uno mismo y en su trabajo. ¿Es complicado conseguir el objetivo? Trabajaré el doble si es necesario, pero lo conseguiré. Confío en mis posibilidades. Por eso se puede definir también el ego como una coraza ante la adversidad.

Pero claro, como todo en la vida, el ego tiene un lado oscuro. De ahí surgen los términos “egoísmo” y “egocentrismo”. Son extremos exagerados del ego, que esta vez sí hacen referencia al ya citado creerse mejor que nadie. Y llevarlo a un extremo alejado de lo normal. Esta exageración siempre es mala porque deja de ser un sentimiento propio para convertirse en una conducta que afecta a nuestro círculo de conocidos y no tan conocidos.

Pero, haciendo balance, el ego siempre va a ser positivo. No voy a repetirlo, las razones ya están resumidas. Mas todos los extremos son negativos, obviamente. Por cierto, o se nace con ego o no se tiene ego. Y no se puede presumir de ego. El ego es algo que tienes, y no se lleva como un anillo caro. Es un rasgo de personalidad.

¿Y tú? ¿Sabes qué es el ego? ¿Cuál es tu postura respecto a él? Ya conocéis la mía.


Paz!

miércoles, 31 de agosto de 2011

Granada.


Hoy puede ser un gran día en la ciudad de la Alhambra,
alumbra tu alma y dale calma a la garganta.

Si afirmo que camino alegre por el Paseo de los Tristes es sólo para que la redundancia no valga nada…

Sangre valiente derramada como Mariana Pineda y Lorca,
Vidas paralelas que se siegan por quien la libertad de expresión ahorca. 

Aventúrate en sus pasillos y disfruta el aroma del Albaicín,
y aunque mi olfato sea una losa me gustaría desvelarte que huele a jazmín.

No desesperes si no encuentras el camino, pues nadie busca el mirador.
El mirador elige a su inquilino.

Tras calles estrechas, austeras y viejas encuentras la escalera que te lleva a San Nicolás, y al mirar…
Todo verde y tras la fortaleza, montañas que lucen sagradas cuando el sol amanece y las baña.

Granada, ciudad de leyenda y de poesía, di sí a la belleza que embelesa y te besa no los labios sino la mirada.

Granada, ciudad de postales y culturas, busca la comunión y contesta no a las ataduras.

Mi corazón ya no duda y saluda agradecido al pasar tras monumentos de tal factura.

Es cruda realidad pero se aprecia más fuera que dentro, que si el mundo fuese una sola religión, Granada sería su más bello templo.

domingo, 28 de agosto de 2011

Bullying.

 Cada día nos levantamos por la mañana y al encender el televisor podemos observar la cantidad de desgracias que suceden cada día en el mundo. Últimamente, Irene sembrando el caos en Estados Unidos. Un horror. Pero... cada día, ante nuestros propios ojos, ocurren otras pequeñas tragedias de las que a menudo no queremos darnos cuenta. Pasan frente a nuestras pupilas, y casi siempre pensamos: "Bah, son unos críos. Se les pasará". Hablamos de bullying.

 Bullying es un término inglés que hace referencia al acoso escolar. Un acoso escolar que bien es cierto que en la  gran mayoría aparece en la época de la Primaria cuando los niños son inmaduros aún y al tiempo suele desaparecer este acoso. Pero no menos cierto es lo continuo de este acoso y lo doloroso que llega a ser.

 La mayor parte de los acosos "bullying" aparecen cuando un niño entra como nuevo en una escuela, o en una clase. El resto de componentes de la clase se conoce a la perfección, no diré que se respetan entre ellos, pero se conocen. Estos a su vez observan con curiosidad al niño nuevo. En estas edades, la timidez puede con la hospitalidad, y al niño le cuesta entrar en contacto con el resto de compañeros. Es entonces cuando, como en todas las clases, hay un niñato cuya prepotencia de nacimiento le hace imponerse al resto y no solo eso sino rodearse y protegerse las espaldas con dos o tres más cobardes. Juntos forman una pequeña "banda" que busca otros chicos a los que humillar. Y que objetivo más fácil que un niño nuevo, solitario, miedoso y tímido, ¿no?. Ahí empieza el bullying. Emboscadas en las esquinas de los pasillos, humillaciones en los cuartos de baño, robos de merienda y material de clase, insultos, y puede llegar a la agresión, en ocasiones en público que utiliza la pandilla para demostrar su superioridad. Lamentable, realmente lamentable.

 ¿La forma de solucionarlo? Muchos, entre ellos los mismos directores y profesores, optan por regularlo pero  sabiendo que sólo el tiempo y la madurez frenará estos ataques. En mi opinión, es necesario actuar fuerte para frenar el bullying. Cuanto antes mejor. Puede suponer un fuerte trauma al niño incluso convertirlo en antisocial. Puede ocasionarle miedo a la gente.

 Y esto que he descrito, amigos, todos y cada uno de nosotros lo hemos visto ante nuestros ojos. Algunos, lo hemos sufrido en nuestras carnes. Por ese motivo, porque todos conocemos estos sucesos, hoy lo denuncio. Actuemos contra estos hechos. No te unas a la mayoría que acosa, únete al marginado que sufre. Le importarás mucho más al marginado que al acosador y su panda.

Paz!


viernes, 26 de agosto de 2011

La dictadura del dinero.

 Seguro que lo habéis oído muchas veces y puede sonar poco original, pero si una definición es tan correcta, ¿para qué vamos a pensar en una nueva? La dictadura del dinero es la definición perfecta para nuestro mundo hoy día, y por lo tanto también para mi artículo de hoy.

 El mundo está enfermo. Enfermo del todo. Y empiezo a pensar que esta enfermedad es incurable, aunque no nacimos con ella. No está en nuestro ADN. Puedo afirmar que esta enfermedad se originó cuando hace millones de años, en la Prehistoria, al primer hombre se le ocurrió decir: "Esta cueva es mía". Para certificarlo, "dibujó" cuatro tíos con lanzas acorralando a un mamut. Dejó su marca y se apropió de la cueva. Este hecho inhóspito e inesperado sorprendió a todos sus vecinos, los cuales no cesaron en intentar entrar a la cueva, a lo que respondía nuestro primer propietario: "Tres piedras bonitas y es tuya. Si no tienes nada, ni te acerques." Ahí nace la propiedad privada. Ahí nace el cáncer de este mundo. Aunque os parezca mentira, esta idea la saqué de un monólogo, pero tiene toda la razón.

 Vivimos en un mundo donde sólo sobrevive el que tiene más billetes de lo normal en la cartera. Actualmente, un continente pobre como África (Ojo, pobre en billetes, pero con una riqueza abundante en recursos que son explotados por quienes tienen billetes) se muere y a nadie le importa, porque sus bolsillos están llenos. Vivimos enfermos porque si nos llenamos el bolsillo derecho, no descansamos hasta llenar el bolsillo izquierdo. ¿Podríamos llenar un bolsillo hasta arriba y entonces ir céntimo a céntimo ayudando primero a comprar un bolsillo a quién no lo tiene, e intentar que tenga un bolsillo decente con el que vivir. No gobiernan los políticos como quieren hacernos pensar, no gobiernan los escritores ni los creadores como debería ser. Gobiernan empresarios. Las subidas y bajadas en la Bolsa así lo indican.

 Con un poco de sacrificio, se podrían fabricar y poner en el mercado medicamentos que salvarían millones de vidas de personas pobres, pero claro, estas no pueden afrontar su coste, y estas curas quedan en el olvido. ¿Por qué? Porque no es buen negocio.

 Hoy en día todo es un negocio. La dignidad de las personas cotiza en bolsa. Creo conocer algo de economía desde dentro, y si una cosa he aprendido, es que en este negocio que es la vida, la banca SIEMPRE ha de ganar. ¿Por qué? Porque es un negocio del cual depende la economía española. La banca siempre tiene que ganar. Si la banca pierde, la situación pasa a ser insostenible. Esto explica los desahucios que están tan de moda ahora. Es injusto, lo sé, pero desgraciadamente, es así. Son las reglas de este juego. Si no pagas, no vales nada. Ojo, no defiendo los desahucios en absoluto, pero el mundo es así. Por este motivo nace el 15M, que posee una visión "social" de la vida, y se oponen al negocio en el que se ha convertido. Su comportamiento es admirable, pero sus ideales chocan con la ley, y ahí surge el conflicto.

 Según los derechos humanos, cualquier persona puede pasar libremente de un país a otro, y regresar a su país cuando le apetezca. Las leyes del dinero quebrantan los derechos humanos. Porque el inmigrante con dinero es un turista y le abrimos las puertas por un tiempo, y si se queda, mejor, es un inversor. Pero si viene sin dinero buscando algo para dar de comer a su familia, es un parásito al que mandar de vuelta a su país. Este es nuestro mundo.

 En este mundo dicen que se valora el esfuerzo, pero... ¡ en absoluto! Se valora tu condición social y tu renta.  Este es el negocio en el que se ha convertido nuestro mundo. Tras analizarlo, puedo afirmar que creo ciegamente en una gran contradicción. El continente más pobre, es el más rico. Mas solo si cotizan valores humanos, y no monetarios. África. El origen, el futuro. Pero esa es otra historia, aún por contar.

Paz!

domingo, 21 de agosto de 2011

Periodismo.

 Hoy os hablaré de la profesión a la cual me gustaría dedicarme: periodista. Sí, periodista. Muchos dirán que no se puede vivir del periodismo. No tiene por qué ser así. O que hay mucha demanda y poca oferta. A lo que contesto que quién es bueno, llega. Pero bueno, estoy acostumbrado a que me miren con cara rara. Incluso mi madre arruga el gesto cuando le muestro mi convencimiento. -"Mamá, quiero ser periodista". -"Hijo, periodista está bien... pero... tú puedes ser más, director de empresa o abogado...". No comprenden en qué consiste el periodismo real, por lo tanto no pueden comprender mi amor por él.

 Pero en los tiempos en los que vivimos, la profesión del periodista se ha devaluado muchísimo. Hoy en día la gente entiende por periodista a prensa del corazón que entrevista automóviles, y no sólo eso, sino que esperan una respuesta y se muestran sorprendidos cuando esta no llega, o bien piensan que periodistas son los Manolos. No. Quizás el periodista se ha devaluado también por la imposición de ideologías en prensa y televisión. Quizás. Y esto último sí es para indignarse e irse a Sol, porque el creador que ve manipulada su creación o bien siente presión para expresar ciertos principios ideológicos en su trabajo, deja de ser creador para convertirse en martillo o destornillador, una herramienta sostenida por una mano con mayor poder.

 Pero no, esto no cesará mi interés. Lo que yo daría por poder proporcionar a mi familia una vida digna a raíz de mi escritura, de mi creación. Sería lo máximo para mí. Vivir de lo que escribo. Es mi sueño. Pero volviendo al tema central, el verdadero periodista se encuentra en una posición vulnerable. Quién crea, se expone. Y cuando digo que se expone, se expone a todo tipo de riesgos. Por poner un ejemplo, los periodistas de guerra. Una profesión a la que admiro profundamente, la cual exige un valor impresionante. Un ejemplo, Tim Hetherington ( podéis informaros de su obra en el documental Restrepo), el cual ha estado presente en numerosos conflictos bélicos internacionales denunciando las barbaridades de las guerras. Falleció asesinado por un grupo pro- Gadafi en Libia. Más recientemente, Shehla Masood, una periodista india defensora de los derechos humanos, asesinada por su activismo. Este es el periodismo ejemplar en el que deberíamos fijarnos todos. La escritura tiene la capacidad de denunciar, al igual que la fotografía.

 Por lo tanto, mi gran sueño, es ser periodista. Escribir actualidad, expresar mis sentimientos, informar a todo el mundo apoyado por la veracidad que me proporcionará contrastar información a través de viajes por todo el mundo. ¿Un sueño? Sí. ¿Una realidad? Esta noche no dormiré para soñarlo, porque trabajaré para vivirlo. Por lo tanto, escépticos, madre, padre, familia. Lo siento, mi objetivo es ser periodista. Pero de los de verdad, ¿eh?


Paz!

sábado, 20 de agosto de 2011

Policía.

 2011 está siendo un año revolucionario en todo el mundo. Un año difícil para los gobiernos, que ven tambalearse su poder. Un gran año para los soñadores, que tan sólo despertamos para trabajar por la ilusión de ver cumplidos nuestros sueños. Desde Túnez a Londres, pasando por la Plaza Tahrir, Libia, Siria, 15M en España, Francia, Italia e Islandia. Pero todo esto parte de la cabeza de cada uno de nosotros. Estas revoluciones han sido expresadas mediante manifestaciones pacíficas en su mayoría, pero otras han tenido como consecuencia el derramamiento de sangre, mucha sangre. Pero consiguieron su objetivo, derrocar gobiernos autoritarios.

 Ahora bien, ¿quién se ocupa de controlar y poner en orden cuando el pueblo está cabreado? Las fuerzas del orden, la policía. Mejor dicho, la UIP, anti-disturbios. ¿Y qué ocurre cuando estos se ven desbordados? Usan la fuerza, la violencia, son contundentes. Han de meter miedo en el cuerpo de los manifestantes, porque sino son devorados por ellos. De sus métodos violentos surge la indignación que recorre estos días España. Porque es distinto tener que formar un cinturón para aislar a un grupo o prohibir su paso a cierta zona, que acercarse en grupo a una chica y agredirla. Los defensores de estos actos argumentan que se ven sometidos a una fuerte presión, recibiendo insultos por los manifestantes. Esto es cierto. Pero desde la cúpula de DRY ya se ha hecho un llamamiento al cese de insultos. ¿Pero qué hacer cuando se produce un abuso? Se insulta por no agredir, lo cual ha de ser siempre la última opción. Mas insultos no justifican la agresión. La violencia y  el abuso policial siempre estará injustificado.

 Hace poco, desde el cuerpo de policía se lanzó un comunicado denunciando que algunos indignados, literalmente, " se les mean en las botas" o se desnudan delante de ellos. ¿Así argumentan sus acciones? ¿Realmente hemos de creerles? Porque vídeos, ya sea de televisiones o manifestantes, en los cuales aparecen abusos de poder de la policía, se extienden por cientos. Ahora bien, ¿han presenciado alguna vez los actos que denuncian los policías? ¿Aparecen en algún vídeo? Si es cierto, que la misma policía lo grabe y lo denuncie. No existen vídeos, por lo menos yo he buscado y no he encontrado nada.

 Otro asunto tiene que ver con nuestra identificación. Como ciudadanos, estamos obligados a portar nuestra identificación con nosotros, arriesgándonos a ser multados en caso contrario. Pero... ¿en cuántos casos se ha pedido identificación a policías o anti-disturbios que hayan cometido infracciones que deban ser denunciadas, y no se han prestado a identificarse? Cientos de casos. A continuación dejo un par de vídeos interesantes.

http://www.youtube.com/watch?v=VFXvEpuwejs
http://www.youtube.com/watch?v=9zJCgUu5mtE

 Con todo esto vengo a denunciar el abuso policial que existe en todo el mundo, y que viene dando sus más recientes coletazos en España. El abuso de autoridad, el "yo soy la autoridad, mira mi placa, al suelo". Mas, no soy tan hipócrita como para declarar mi odio a la policía y al día siguiente acudir a ella cuando mi hermano ha sido raptado. No. Desde aquí y siempre denuncio a los policías deshonestos, así como a todo aquel que no actúa en su trabajo con buena fe. Los anti-disturbios que emplean violencia son deshonestos, y a ellos les muestro mi odio. Policías que dejan de estar al servicio del ciudadano de a pie, para declararle la guerra usados como herramienta de un gobierno que teme a su pueblo. Me revuelve el estómago ver imágenes de anti-disturbios atacando a inválidos en silla de ruedas, o levantando a gente que se agarra al suelo pacíficamente, impotente.

 Pese a esto, la policía es necesaria en nuestras vidas. Por eso, doy mi agradecimiento a los policías honestos que sirven al pueblo que les paga y velan por su seguridad. La policía es necesaria, una profesión sufrida.

 Pero por desgracia, parecer ser que la cantidad de policías deshonestos va en aumento. Debemos actuar para denunciar sus actos. Actúa contra la policía deshonesta. Que no te levanten la voz sin una explicación previa. Que no alcen su puño bajo ningún concepto. No tenemos miedo a vuestras porras. Seguiremos dando guerra.