Mis versos son elixir para sentimientos
que yacen en corazones muertos.
Puede que me equivoque pero siempre escribo mi verdad,
pues quién escribe con el alma siempre escribirá su realidad,
y no es casualidad que sepan más de mí de lo que deben,
si mi cuaderno fuese mar ustedes serían sus peces.
Quién conoce mi cabezonería aceptará con satisfacción,
que en mi lugar de fantasía diré sí a la utopía antes que a la razón.
Mas, ¿qué se yo?, de aquello que llaman mundo
si cuando gritamos "¡Libertad!" sólo se oye en el submundo.
Pero no, a estos cuerdos llamados locos
jamás nos convencerán
para dejar de gritar
aunque seamos unos pocos.
Pues si luchas puedes perder,
pero si no luchas estás perdido.
Convencido,
de que la anarquía traería el orden,
como aquel luchador anciano mi espíritu siempre será joven.
Cansado ya de buscar un corazón que de verdad me ame.
Convencido ya de que no existen personas que comprendan mi engranaje.
Mas enamorado moriré de las palabras que hacen que todo encaje.
Paz!
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