Va de pelos y conversaciones atípicas.

Ya hemos entrado en esa época del año en la que abundan los sudores debido al calor. Andando por la calle, es distinto. Hace calor. Te sobra todo, deseando llegar a tu casa y ponerte al fresquito. Hasta que te topas con algo, tu pelo. Ya abunda, está espeso, no corre aire por él. Se te pega a la frente. Se te monta por las orejas. Es hora de pelarse.

En este artículo os voy a hablar de la profesión de peluquero. Aparentemente, gente con pocos estudios, y con una función poco valorada, cortar el pelo. Pero… realmente se viven experiencias muy interesantes en las peluquerías.

Caminas hacia esa peluquería de la calle aquella con tu cabeza dando vueltas… ¿qué me hago esta vez? ¿qué le gustará a la niña? ¿qué dirá mi madre? Al final pides lo que quieres. Aunque a la peluquera siempre le lleva un tiempo comprender lo que quieres, termina asintiendo tras hacer un repaso de los distintos milímetros que deseas en cada sector, y termina haciendo lo que ella quiere.

Es entonces cuando se inicia un una conversación tímida al comienzo, con el tópico del tiempo que hace en la calle, pero con dos sonrisas, acabas hablando de política, de las tías, de música, de la sociedad, del matrato animal… de todo. Acaba de abrirse un lazo de amistad entre el/la peluquero/a. Acabas contándole indirectamente tus problemas y… ¡tachán!  Parece como si ella tuviese las respuestas a tus preguntas…

Definitivamente, tu pelo está a su medida. Entonces te preguntas: “¿Realmente había pedido esto?” Pero daba igual, habían merecido la pena esos 15 minutos. Pagas y vuelves a tu casa con la sensación de no saber que llevas en la cabeza, y creyendo que más que peinarte el pelo, te ha peinado el corazón. Una conversación inesperada pero realmente interesante.

Llegas a tu casa, y por supuesto tu madre te dice: “¿Qué te ha hecho en la cabeza?” Pero poco importa ya, te sientes mejor contigo mismo.

P.D.: Sí, escribo esto tras pasar por la peluquería.

P.D.2.: Esta entrada es cómica, para romper con la seriedad de los otros artículos. Puede gustarte o no, ¿pero es original o no?.

Una de política...

Esta última semana ha sido especialmente convulsa en nuestro país. El primer motivo era de sobra conocido: las famosas Elecciones. El segundo motivo fue inesperado: el movimiento 15M. Vamos a analizarlos.

Las elecciones provinciales y municipales de este año no tenían ningún aliciente. Todos sabíamos el resultado de antemano. Quizás las elecciones menos disputadas en mucho tiempo. El PP arrasa al PSOE en toda España. Y digo PSOE porque realmente es así. Esta es nuestra democracia, un Madrid-Barça en la política. Un repugnante bipartidismo que supone un escupitajo en el ojo de la DEMOCRACIA.  Puedo afirmar que el PP no se ha complicado mucho la vida para ganar estas elecciones. El PP ha empleado la ley del mínimo esfuerzo. Su máximo rival, el PSOE, ocupa el trono durante la mayor crisis económica en España en muchos años. Desorbitantes cifras de desempleo. ¿Quién se atrevería a votar al PSOE de nuevo? Pensemos en el trabajador que se encuentra en paro y depende de los ingresos de su padre para sobrevivir. De repente, su padre entra también en el paro. ¿Van a votar al PSOE? Siendo realistas, no.

Así pues, la campaña electoral del PP ha consistido en barrer a la competencia. Señalando, pese a ser de mala educación y de poca cortesía. Su eslogan era evidente: Nosotros traemos el cambio. ¿Qué cambio? ¿De verdad va el PP a cambiar esto? ¿A costa de qué? Pero ojo, este humilde y personal artículo es una crítica a la política actual, no al PP. Porque el PSOE se ha limitado a criticar la campaña del PP como estoy haciendo yo. Tampoco han aportado soluciones. Por lo tanto es una crítica para ambos. No me representa ningún partido político actual. Por eso lo reivindico: No les votes si no te representan.

Pero bueno, ya le he dado mucho bombo a las elecciones. Hablemos del movimiento 15M. Un movimiento realmente ejemplar. Totalmente pacífico. Totalmente apolítico. Un movimiento que NACE DE LA CALLE. Difundido por Internet eso sí, el único medio de comunicación donde poseemos LIBERTAD. Esa que nos quieren quitar con medidas como la Ley SinDemocracia. Movimiento Democracia Real YA. Luchando por nuestros derechos. Por una verdadera democracia. Y eso implica eliminar el bipartidismo y una reforma del sistema político, pero sobre todo, un cambio fundamental en eso que nos tildan de democracia. El cambio de votar a nuestros opresores, para votar las decisiones del país. Porque lo nuestro es una democracia representativa, dónde elegimos la cara que tomará las decisiones. Les suda la polla lo que piensen aquellos que le han votado sobre sus decisiones. Ése es el cambio.

Este movimiento ha intentado ser manipulado cruelmente. ¿Por quién? Por los máximos favoritos para las elecciones. Los peperos a través de su cadena de televisión oficial, Intereconomía TV. Acusaciones crueles como decir que este movimiento surge de los “sociatas”. Convocado por PSOE e IU. Penoso. Realmente penoso. Este movimiento siente una total indiferencia hacia el resultado de las elecciones. Saben que ganase quién ganase, nuestra “democracia” de pacotilla seguiría siendo igual. Tanto con política de derechas, como de izquierdas, como de “izquierdillas”(PSOE) por llamarlo de alguna manera. Un ciudadano italiano ha dado la cara en la Puerta del Sol de Madrid para criticar a su “querida” Intereconomía. Este movimiento es de todos y nace de la calle. No hay tintes políticos. El chaval afirmaba que ha sido totalmente respetado por seguidores del Ché Guevara reivindicando su ideología. Y nadie le ha negado la palabra. Nadie le ha negado un pedazo de pan. Porque es ejemplar el comportamiento asociativo de esta gente en comunas, o polis como prefiero llamarlas yo. En estas comunidades si existía una democracia real en sus asambleas. Yo he sido testigo. Es cierto que debido a la “dirigible” masa de gente que las forma. He llegado a oír que la tranquilidad existente en las concentraciones se debe a los “porros” que se han fumado. Penoso.

¿Generación Ni-Ni? Eso es lo que ellos quieren que seamos. Una generación perdida. Una generación idiotizada. Una generación ciega que no ve los abusos de los políticos ni el agujero en el bolsillo del Estado.

Nuestra generación es fuerte. Es activa. Está comprometida. Damos la cara. Estamos INDIGNADOS.