Un héroe sueña despierto y vive soñando. Para un héroe, la realidad carece de importancia en tanto que sólo desea cambiarla. No se conforma con lo que tiene en la palma de la mano o en el bolsillo. Su ambición va mas allá de lo material. No camina por la acera sino por la utopía. Porque su mayor hazaña quizás sea sencillamente dejar a medias un cambio de mentalidad en la humanidad.
Resiste estoicamente los golpes que la vida le da. Arriesgando su lecho y su nevera, su trabajo. Pero no su dignidad. Él no persigue el dinero, sino un verdadero estado del bienestar, no el que se inventaron los políticos. Arriesgando su techo luchando por el que le falta a muchos. Desestima su vida. Renunció a su familia, porque considera a toda la humanidad como hermanos. Debe soportar que le llamen loco, e incluso que le teman.
Pero él no es un mártir. Nació para vivir, no para morir por una causa, sino para dedicar una vida a una existencia honesta, honrada y cargada de dignidad. Él no es Batman. Sus poderes son tan humanos como la muerte, sólo su fuerza de voluntad y amor le hace distinto. La filosofía del héroe.
Paz!