Abro la ventana y no veo el sol,
otra mañana lo mismo,
detecto cinismo e hipocresía,
la indiferencia del día a día
de esta sociedad que dejó de ser pueblo.
Un sueldo que no premia el esfuerzo,
un rezo que huele a incienso,
un lienzo abandonado sin vida
porque el artista no puede vivir de su talento.
Un joven con ideales
al que cortaron las alas para caer
en la precariedad y en el silencio.
Una espalda vieja que solloza y no encuentra sustento.
No es productivo el lamento.
Un lo siento que se apaga por la ciudad y sus ladridos.
Un te quiero que muere porque el amor no está permitido.
Un payaso triste que a nadie anima.
Un cisne desolado esperando que la luna le escriba.
sábado, 29 de septiembre de 2012
martes, 25 de septiembre de 2012
Silencio.
Las llaves cumplen su tarea y las arrojo sobre la mesa de la entrada. Mierda en mi cabeza y cansancio en mi exterior. Fría mi expresión y turbias mis respuestas. No encuentro tiempo ni ganas para contestar tus preguntas.
Sonámbulo en el sofá enciendo la caja de Pandora. Ya ni leo ni escribo. Pena. Desesperación. Más preguntas. Supongo que estaré gris, como el tiempo. Triste. Pero me gusta. Me gusta tanto que sonrío. Detonación.
Silencio.
Sonámbulo en el sofá enciendo la caja de Pandora. Ya ni leo ni escribo. Pena. Desesperación. Más preguntas. Supongo que estaré gris, como el tiempo. Triste. Pero me gusta. Me gusta tanto que sonrío. Detonación.
Silencio.
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