martes, 13 de marzo de 2012

Las cadenas de la estética.

 Como cada día, acude a su habitual jornada de instituto. Traspasa el umbral de la entrada al centro y no tarda ni medio minuto en notar las miradas en ella. El miedo a equivocarse aparece. Preocupándose por andar en línea recta. Pie izquierdo, pie derecho. Sin tropezar. Ella es la Diosa. Es perfecta, y no puede lugar a imperfecciones.

 El ser bella le hizo sonreír al principio. Podría tener a tantos príncipes azules como quisiera a sus pies. Mas lejos de eso, su rostro, su cuerpo, su belleza, la terminaron esclavizando. ¡Cuántas noches lloró en su almohada! ¡Cuándo suplicó por ser invisible!

 Harta de ser vista como un objeto, como algo superior, divino. Ella es más que su cuerpo, que sus medidas. Ella es cabeza. Es corazón, es alma. Piensa, siente. Prefiere amar con sinceridad a follar por deporte. Se siente una persona, no una portada de revista.

 Y pasará una noche más en su ventana. Observándolo todo sin observar nada. Buscando los ojos del mundo y encontrando dos cuencas vacías. Sí, ella. De la que contaban que todo lo poseía bajo la palma de la mano. La que era incapaz de amar porque el mundo se le quedaba pequeño.

 Y volverá a acostarse soñando con un príncipe de barro. Con alguien que la ame por su interior. Con alguien que la escuche, con alguien que quiera comprenderla. "No busco al hombre perfecto. Busco un corazón sincero."

 Pero al despertar volverá a la calle y a sentirse admirada. Sintiendo las miradas como filos de navaja en su espalda. Bajando la mirada ante el guiño. Reprimiendo las ganas de llorar ante el halago. ¿Para cuándo unas palabras sinceras? ¿Para cuándo un corazón puro?

 Y volverá a su ventana resignada. Y volverá a acostarse sin el calor de un abrazo sobre sus hombros. Desolada...


P.D.: Por todas las mujeres que se sienten esclavas de su estética. Aprovecho para escupir sobre aquell@s que se sienten alguien por el tamaño de su pene, de sus senos, o por las curvas de su culo y cintura. Merecéis mi desprecio. No sois nadie.


Paz!

lunes, 12 de marzo de 2012

Para Amor no hay ley.

 Amor siempre fue, es, y será, un personaje especial. Un personaje que huye de las matemáticas. Un personaje que no entiende de lógica. De las pocas manzanas que al soltarla no es atraída por la gravedad; flota o se eleva. Amor es rebelde, no intentes aplicarle la ley.

 No entiende ni de fronteras ni de colores; su única patria es el corazón, y ardua es su constante batalla con la razón. En nuestra sociedad, Amor suele ser imaginado con una sonrisa y un gesto alegre en el rostro; pero por el contrario, y como todos, también tiene un lado oscuro.

 Amor es egoísta. Lo quiere todo para él. Y como no entiende de leyes, innumerables veces condena a quienes lo quieren al dolor y al sufrimiento. Hay que ser delicado con Amor, porque también él puede ofenderse fácilmente. Exige que lo que él da a los demás le sea devuelto, y de no ser así, se cobra la venganza.

 ¿Pero qué podemos hacer para frenar a Amor? Absolutamente nada. Porque Amor ni se crea ni se destruye; él despierta o duerme. No podemos hacer nada por evitarlo. Debemos aprender a convivir con él, dejándole actuar. Y si tropezamos, nos levantaremos y probablemente volveremos a tropezar. Pero él es Amor, y a Amor nadie lo puede parar.


Paz!