viernes, 2 de septiembre de 2011

Ego.


El ego siempre estará servido. Siempre será un tema de polémica en la sociedad, sobre todo en los círculos más íntimos. Pero… ¿qué es el ego? Mucho debate existe en torno al término, quizás más en la antigüedad en temas de filosofía y psicología, pero ciertamente, aún siguen existiendo contradicciones.

En mi opinión, el ego es un concepto espiritual referido al “yo”. Consiste en saber quién se es. Saber que nadie va a pasar por encima de ti. Tener dignidad por ti mismo. ¿Vas a pisotearme? Tendrás que matarme antes. Por supuesto, también afecta a nuestras pautas de comportamiento.

Tachemos falsas referencias sobre el ego. Tener ego no es creerse mejor que nadie. Tener ego significa creer que nadie vale más que tú. Quién tiene ego tiene un espíritu combativo. Nadie me va a imponer nada así porque sí. Quién posee ego se opone a religiones que predican la adoración y el arrodillarse ante una figura divina. Quién posee ego combate las monarquías que funcionan con herencia, sólo por nacer hijo de hijo de alguien tener una vida solucionada. Es el espíritu del ego.

Pero posiblemente la consecuencia de tener ego signifique la confianza en uno mismo. Una confianza que viene del trabajo de uno mismo. Un optimismo que te hace saltar el centímetro que necesitas para pasar la valla. Confianza en uno mismo y en su trabajo. ¿Es complicado conseguir el objetivo? Trabajaré el doble si es necesario, pero lo conseguiré. Confío en mis posibilidades. Por eso se puede definir también el ego como una coraza ante la adversidad.

Pero claro, como todo en la vida, el ego tiene un lado oscuro. De ahí surgen los términos “egoísmo” y “egocentrismo”. Son extremos exagerados del ego, que esta vez sí hacen referencia al ya citado creerse mejor que nadie. Y llevarlo a un extremo alejado de lo normal. Esta exageración siempre es mala porque deja de ser un sentimiento propio para convertirse en una conducta que afecta a nuestro círculo de conocidos y no tan conocidos.

Pero, haciendo balance, el ego siempre va a ser positivo. No voy a repetirlo, las razones ya están resumidas. Mas todos los extremos son negativos, obviamente. Por cierto, o se nace con ego o no se tiene ego. Y no se puede presumir de ego. El ego es algo que tienes, y no se lleva como un anillo caro. Es un rasgo de personalidad.

¿Y tú? ¿Sabes qué es el ego? ¿Cuál es tu postura respecto a él? Ya conocéis la mía.


Paz!

miércoles, 31 de agosto de 2011

Granada.


Hoy puede ser un gran día en la ciudad de la Alhambra,
alumbra tu alma y dale calma a la garganta.

Si afirmo que camino alegre por el Paseo de los Tristes es sólo para que la redundancia no valga nada…

Sangre valiente derramada como Mariana Pineda y Lorca,
Vidas paralelas que se siegan por quien la libertad de expresión ahorca. 

Aventúrate en sus pasillos y disfruta el aroma del Albaicín,
y aunque mi olfato sea una losa me gustaría desvelarte que huele a jazmín.

No desesperes si no encuentras el camino, pues nadie busca el mirador.
El mirador elige a su inquilino.

Tras calles estrechas, austeras y viejas encuentras la escalera que te lleva a San Nicolás, y al mirar…
Todo verde y tras la fortaleza, montañas que lucen sagradas cuando el sol amanece y las baña.

Granada, ciudad de leyenda y de poesía, di sí a la belleza que embelesa y te besa no los labios sino la mirada.

Granada, ciudad de postales y culturas, busca la comunión y contesta no a las ataduras.

Mi corazón ya no duda y saluda agradecido al pasar tras monumentos de tal factura.

Es cruda realidad pero se aprecia más fuera que dentro, que si el mundo fuese una sola religión, Granada sería su más bello templo.

domingo, 28 de agosto de 2011

Bullying.

 Cada día nos levantamos por la mañana y al encender el televisor podemos observar la cantidad de desgracias que suceden cada día en el mundo. Últimamente, Irene sembrando el caos en Estados Unidos. Un horror. Pero... cada día, ante nuestros propios ojos, ocurren otras pequeñas tragedias de las que a menudo no queremos darnos cuenta. Pasan frente a nuestras pupilas, y casi siempre pensamos: "Bah, son unos críos. Se les pasará". Hablamos de bullying.

 Bullying es un término inglés que hace referencia al acoso escolar. Un acoso escolar que bien es cierto que en la  gran mayoría aparece en la época de la Primaria cuando los niños son inmaduros aún y al tiempo suele desaparecer este acoso. Pero no menos cierto es lo continuo de este acoso y lo doloroso que llega a ser.

 La mayor parte de los acosos "bullying" aparecen cuando un niño entra como nuevo en una escuela, o en una clase. El resto de componentes de la clase se conoce a la perfección, no diré que se respetan entre ellos, pero se conocen. Estos a su vez observan con curiosidad al niño nuevo. En estas edades, la timidez puede con la hospitalidad, y al niño le cuesta entrar en contacto con el resto de compañeros. Es entonces cuando, como en todas las clases, hay un niñato cuya prepotencia de nacimiento le hace imponerse al resto y no solo eso sino rodearse y protegerse las espaldas con dos o tres más cobardes. Juntos forman una pequeña "banda" que busca otros chicos a los que humillar. Y que objetivo más fácil que un niño nuevo, solitario, miedoso y tímido, ¿no?. Ahí empieza el bullying. Emboscadas en las esquinas de los pasillos, humillaciones en los cuartos de baño, robos de merienda y material de clase, insultos, y puede llegar a la agresión, en ocasiones en público que utiliza la pandilla para demostrar su superioridad. Lamentable, realmente lamentable.

 ¿La forma de solucionarlo? Muchos, entre ellos los mismos directores y profesores, optan por regularlo pero  sabiendo que sólo el tiempo y la madurez frenará estos ataques. En mi opinión, es necesario actuar fuerte para frenar el bullying. Cuanto antes mejor. Puede suponer un fuerte trauma al niño incluso convertirlo en antisocial. Puede ocasionarle miedo a la gente.

 Y esto que he descrito, amigos, todos y cada uno de nosotros lo hemos visto ante nuestros ojos. Algunos, lo hemos sufrido en nuestras carnes. Por ese motivo, porque todos conocemos estos sucesos, hoy lo denuncio. Actuemos contra estos hechos. No te unas a la mayoría que acosa, únete al marginado que sufre. Le importarás mucho más al marginado que al acosador y su panda.

Paz!