miércoles, 31 de agosto de 2011

Granada.


Hoy puede ser un gran día en la ciudad de la Alhambra,
alumbra tu alma y dale calma a la garganta.

Si afirmo que camino alegre por el Paseo de los Tristes es sólo para que la redundancia no valga nada…

Sangre valiente derramada como Mariana Pineda y Lorca,
Vidas paralelas que se siegan por quien la libertad de expresión ahorca. 

Aventúrate en sus pasillos y disfruta el aroma del Albaicín,
y aunque mi olfato sea una losa me gustaría desvelarte que huele a jazmín.

No desesperes si no encuentras el camino, pues nadie busca el mirador.
El mirador elige a su inquilino.

Tras calles estrechas, austeras y viejas encuentras la escalera que te lleva a San Nicolás, y al mirar…
Todo verde y tras la fortaleza, montañas que lucen sagradas cuando el sol amanece y las baña.

Granada, ciudad de leyenda y de poesía, di sí a la belleza que embelesa y te besa no los labios sino la mirada.

Granada, ciudad de postales y culturas, busca la comunión y contesta no a las ataduras.

Mi corazón ya no duda y saluda agradecido al pasar tras monumentos de tal factura.

Es cruda realidad pero se aprecia más fuera que dentro, que si el mundo fuese una sola religión, Granada sería su más bello templo.

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