El silencio de la noche y el brillo cómplice de las estrellas que me devuelve la fe en mis actos. Despreciar lo vulgar y lo sencillo por el premio de lo extraordinario; estáis muy lejos de rozar lo que es mío.
Mi lucha contra vosotros, no pienso compartir con vosotros lo mágico. Algo que yace oculto y que no quiere mostrarse por miedo al oxígeno. Sé muy bien lo que me hago aunque tú no lo comprendas. No busco ni que lo entiendas.
Os rechazo, y siento que debéis sentir este sentimiento. No os sumerjáis en él, podéis salir heridos.
Otro fracaso, una nueva decepción. El abrazo que me doy y me satisface por completo.
Busca a otro, conmigo tu batalla está perdida. El viaje es largo si quieres comprender los motivos.
No necesito muchas líneas; con que sepas que debéis alejaros es suficiente.
Yo también soy carne, pero prefiero obviarlo.