jueves, 29 de septiembre de 2011

Contradicciones.

  Dijo una vez, el célebre filósofo presocrático Heráclito de Éfeso, que nunca podremos bañarnos dos veces en el mismo río. Pues el agua del río supone un flujo continuo que no deja de renovarse. Por lo tanto, cuando intentemos introducirnos de nuevo en el río, sus aguas no serán las mismas de la primera vez, por lo tanto no será el mismo río. Exactamente igual funciona la vida, un flujo continuo. Y con ella, sus elementos, las ideas, las cuales cambian continuamente. Contradicciones.

Diego Armando Maradona, ante todo un personaje, advirtió en una rueda de prensa con tono amenazante que él sólo entendía de negros o blancos. Gris nunca, dijo. En más de una ocasión, me mostré de acuerdo. Rechacé a los grises. Convenientes me parecían, mas hoy día, inteligentes los veo.

Absoluto es mi rechazo a una religión que te haga confiar en un ente superior tu destino. Pero a veces, me gustaría tener una venda sobre los ojos y confiar en que todo tiene un sentido, que esta vida es un entrenamiento para la vida eterna que nos espera en el cielo.

Odio, es lo que siento hacia la violencia. Temo hacer daño a la gente a la que quiero, por muy tonto que sea el accidente, o leve el daño. Mas sin embargo, la adrenalina que arde en el combate, en el enfrentamiento, aunque no sea violencia, sólo encararse, me gusta. El olor del napalm.

¿Merece ser respetado aquel que no respeta? Por una parte sí, para no rebajarte a su nivel de persona. Por otra parte no, pues hay que darle lo que merece.

Aunque quizás el mayor ejemplo sea razonando sobre la humanidad. Por una parte, cada vez vamos peor. Retrocedemos como los cangrejos, con guerras que no cesan, fabricando armas nucleares, con leyes vigentes como la pena de muerte en EEUU. Pero me aferro a pensar que el ser humano es bueno por naturaleza y que avanzamos hacia un mundo mejor. Dos pensamientos que rondan mi cabeza y me hacen pasar de afirmar que este mundo es una mierda a creer ilusionado en el progreso hacia un mundo más humano.

Contradicciones, que fuera de la hipocresía, se convierte en sabiduría. Pues contradecirse es de sabios dicen... una mente que no para de proponerse nuevos pensamientos mediante la razón. Contradicciones.


Paz!

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