El barro devuelve el eco
De la lluvia de mañana.
Su voz, su olor, son salmos
De nostalgia emponzoñada.
Nostalgia, no de pasado,
Sino de tiempo extraño.
Vive vetado de amar el
Corazón enamorado.
Tú me tocas, y me sientes.
Te toco, no siento nada.
Aprendí la lección, y yo
Mismo me corté las alas.
Peregrino de mis cuentos,
Corono montañas sin ti.
Venzo y regreso, mas sin el
Deseado trofeo; tu elixir.
Tuerzo la esquina y no estás,
Soy un reo de tu espejismo.
Ya que la luz también ciega,
Todo se torna en abismo.
Yazco en mi guerra,
Vivo en la tuya.
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