aquel que amó, vivió. murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.
Blas de Otero. "A la inmensa mayoría".
El poeta Blas de Otero bajó a la calle, comprendió, y rompió todos sus versos. Todos tenemos la opción de vivir la vida tras el telón, cual prisionero de Platón, con los ojos cegados por una venda de color rosa y olor a fresa. Pero también tenemos otras opciones, y yo también elegí romper mis versos.
Hablamos de compromiso. Hablamos de estar preocupados por el brasero de otra familia que no tenga nada que ver contigo, aunque el tuyo no esté encendido. Hablamos de solidaridad. Hablamos de partir por la mitad tu pan y lanzarlo al horizonte con la esperanza de que llegue a Somalia. Hablamos de sacrificio. Hablamos de poner tu cara en la diana para sacar testimonios de personas que no interesan a la luz de la información de primera plana.
Hablamos, por ende, de periodismo. Pero no del de chin-chin y borbotones de champagne. Hablamos del de suciedad y rodillas embarradas. De libreta en la mochila, de la muerte en la retina, y del miedo, en casita. No puedo hablar de
No puedo hablar de
Paz!
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