jueves, 12 de abril de 2012

La nueva España: Hola dictadura.

 Esta semana ha sido prolífica para atisbar de entre la niebla de la política el futuro de este pequeño país, que parece destinado a la ruina. Finalmente, se ha confirmado el "tijeretazo" del PP, así como se han hecho públicas las reacciones de instituciones como el FMI ante estas medidas. La semana también nos ofreció la lamentable imagen de nuestro querido y votado presidente huyendo de unos periodistas que realizaban su trabajo y escapando por el garaje. Por último, la sorprendente ampliación de lo que el gobierno considera "atentar contra el Estado". Pero vamos por partes.

 Así es. En la nueva España, la Sanidad y la Educación serán considerablemente más complicadas de alcanzar por quién más las necesita, así como su calidad disminuirá notablemente. Sanidad y Educación; pilares fundamentales que sostienen cualquier país que se precie. Otro dato escandaloso, el recorte en ciencia, en el progreso. Vaya, parece que al PP le importa poco la ciencia pero aún así han conseguido retroceder en el tiempo. ¿Recortes en gasto militar? ¿Recortes para la Iglesia? ¡¿La Casa Real se ajusta el cinturón un 2%?!

 Al parecer, estas medidas han sido aceptadas por la UE, pero aún así, el FMI tiene la cara de decirnos que éstas son insuficientes. Piden que sean más profundas, más agresivas. Piden atacar las pensiones, "vaya que la gente viva más de la cuenta". Esto merece un aparte en mi reflexión, pues la importancia que históricamente y poco a poco ha adoptado el dinero, ha hecho que las entidades financieras gobiernen el mundo. Rajoy es una marioneta atento a satisfacer los deseos de las instituciones monetarias, destruyendo a su paso la sanidad, la educación y, en definitiva, la sociedad. Recuerdo los suicidios de padres de familia en frente del Parlamento griego, despidiéndose con una desgarradora carta de despedida.

 "¡CRIMINAL!" Bienvenidos a la nueva España. En esta España los políticos van a velar por la seguridad de los ciudadanos y gracias a una justicia más amplia, no existirán criminales en las calles. En esta nueva España se considerará criminal a todo aquel que aliente mediante Internet y redes sociales a participar en actos que puedan "alterar el orden público". Todos sabemos qué significa para un gobierno alterar el orden público. Con esto se aniquila el derecho del pueblo, que somos todos, a protestar de forma pacífica ante lo que no considera justo. Y digo de forma pacífica, porque, evidentemente, no considero correctos los actos vandálicos de Barcelona. Pero no por eso deben atacarse las libertades de los ciudadanos a salir pacíficamente a la calle. Y repito, PACÍFICAMENTE, porque esta rectificación del PP engloba la resistencia, tanto activa como pasiva, dentro de la definición de "atentado a la autoridad". Esto se traduce en que eres criminal si protestas participando en una sentada, viéndote obligado a soportar la violencia de las porras de la policía. Atentas contra la autoridad.

 ¡Y pensar que ni siquiera ha terminado la semana! La verdad, en cien días España se ha convertido en una verdadera dictadura encabezada por los mercados, por el dinero. Nos mantienen presente que una dictadura era la franquista, pero ésta es una dictadura invisible. Ahora resulta que los criminales somos nosotros. Hola dictadura.


Paz!

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